Una noche distinta se vivió en La Bombonera durante la reciente clasificación de Boca Juniors a los cuartos de final. Aunque el equipo consiguió avanzar en la tanda de penales, un hecho inédito sacudió el ambiente: por primera vez, la “Comisión” encabezada por Juan Román Riquelme fue blanco de insultos de su propia hinchada.
Antes de que se ejecutara el primer penal, desde las plateas surgió el cántico «¡La Comisión, la Comisión… que se vayan todos!», en un mensaje que, aunque no nombró directamente a Riquelme, lo alcanzó de lleno. La bronca se replicó en distintos sectores del estadio, mientras que La Doce se mantuvo en su habitual postura de neutralidad.
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Según informó Noticias Argentinas, el descontento se originó por varios factores: la continuidad de Mariano Herrón como técnico interino, la elección de Fernando Gago como refuerzo y la falta de respuestas futbolísticas. Todo esto contribuyó al malestar que derivó en una protesta espontánea.
Durante la definición por penales, Riquelme se mostró visiblemente nervioso, caminando por el campo y mordiéndose las uñas. Incluso llegó a murmurar: «Vamos, la concha de la madre…», en un gesto más propio de un hincha que de un dirigente, aunque esta vez también como destinatario del enojo popular.
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Esta situación marca un quiebre: es la primera vez que la gestión de Riquelme enfrenta una manifestación popular de semejante magnitud. La protesta no surgió de una operación política, sino que fue una reacción genuina de los hinchas en pleno partido. Aunque tras la victoria algunos plateístas fueron cuestionados, el mensaje ya había sido lanzado: por primera vez, la figura de Riquelme comenzó a ser discutida en las tribunas.
