Donald Trump anunció este viernes una nueva y más agresiva etapa en la estrategia de Estados Unidos contra el narcotráfico internacional, con un mensaje que generó fuerte impacto regional: la campaña militar se extenderá a operaciones terrestres focalizadas, incluso en suelo venezolano. “Comenzarán los bombardeos en tierra”, afirmó el presidente al detallar el giro operativo de su política de seguridad.
Desde la Casa Blanca, Trump subrayó que la ofensiva no apunta a un país en abstracto, sino a las organizaciones criminales transnacionales que, según su administración, son responsables directas del tráfico de drogas hacia Norteamérica. “No se trata solo de bombardeos de tierra en Venezuela. Se trata de bombardeos de tierra contra gente horrible que trae drogas y mata a nuestro pueblo”, sostuvo.
El mandatario explicó que esta nueva fase es la continuidad de una campaña naval que calificó como exitosa. De acuerdo con sus cifras, las interdicciones marítimas permitieron frenar el 96% del ingreso de drogas por vía marítima. “Cada uno de esos barcos que ves es derribado”, afirmó, en referencia a las operaciones realizadas en el Caribe y en aguas cercanas a Venezuela.
Trump aseguró que ese despliegue naval permitió salvar unas 25.000 vidas estadounidenses, al reducir el ingreso de estupefacientes. Sin embargo, advirtió que la efectividad de esa estrategia está llegando a su límite, ya que las organizaciones criminales diversifican rutas y refuerzan los corredores terrestres. “Ahora comenzaremos por tierra, y por tierra es mucho más fácil”, remarcó.
Donald Trump anunció este viernes una nueva y más agresiva etapa en la estrategia de Estados Unidos contra el narcotráfico internacional, con un mensaje que generó fuerte impacto regional: la campaña militar se extenderá a operaciones terrestres focalizadas, incluso en suelo venezolano. “Comenzarán los bombardeos en tierra”, afirmó el presidente al detallar el giro operativo de su política de seguridad.
Desde la Casa Blanca, Trump subrayó que la ofensiva no apunta a un país en abstracto, sino a las organizaciones criminales transnacionales que, según su administración, son responsables directas del tráfico de drogas hacia Norteamérica. “No se trata solo de bombardeos de tierra en Venezuela. Se trata de bombardeos de tierra contra gente horrible que trae drogas y mata a nuestro pueblo”, sostuvo.
El mandatario explicó que esta nueva fase es la continuidad de una campaña naval que calificó como exitosa. De acuerdo con sus cifras, las interdicciones marítimas permitieron frenar el 96% del ingreso de drogas por vía marítima. “Cada uno de esos barcos que ves es derribado”, afirmó, en referencia a las operaciones realizadas en el Caribe y en aguas cercanas a Venezuela.
Trump aseguró que ese despliegue naval permitió salvar unas 25.000 vidas estadounidenses, al reducir el ingreso de estupefacientes. Sin embargo, advirtió que la efectividad de esa estrategia está llegando a su límite, ya que las organizaciones criminales diversifican rutas y refuerzan los corredores terrestres. “Ahora comenzaremos por tierra, y por tierra es mucho más fácil”, remarcó.
Consultado sobre si Venezuela será el principal foco de estas acciones, el presidente evitó circunscribir la ofensiva a un solo territorio. Reiteró que los ataques estarán dirigidos a los responsables del narcotráfico, a quienes acusó de “destruir a la juventud norteamericana”. En ese marco, lanzó una cifra alarmante: “El número real es de 300.000 personas muertas en un año a causa de las drogas”.
El anuncio se produce en un contexto de creciente presión de Washington sobre el régimen de Nicolás Maduro. Esta semana, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro impuso nuevas sanciones económicas contra allegados al líder chavista y empresas vinculadas a su entorno, acusadas de facilitar el narcotráfico o desviar recursos petroleros.
“El régimen de Maduro y sus asociados criminales están inundando Estados Unidos con drogas que envenenan a nuestro pueblo”, afirmó el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en un comunicado oficial. Las sanciones incluyen el bloqueo de bienes y la prohibición de operar en territorio estadounidense, y alcanzan también a embarcaciones y firmas señaladas como parte del contrabando de petróleo venezolano.Mundo
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Según Washington, el endurecimiento militar y financiero forma parte de una estrategia integral destinada a cortar las fuentes de financiamiento del chavismo y desarticular las redes logísticas utilizadas por organizaciones criminales internacionales. En ese marco, Estados Unidos mantiene un importante despliegue en la región: unos 15.000 efectivos, el portaaviones USS Gerald R. Ford, buques de guerra, guardacostas, aviones F-18 y bombarderos estratégicos.
Desde septiembre, las operaciones contra embarcaciones sospechosas dejaron al menos 87 muertos en acciones realizadas en el Caribe y el Pacífico. La tensión se intensificó tras la incautación del superpetrolero Skipper, episodio que el gobierno venezolano denunció como un “robo descarado” y un acto de “piratería internacional”.
Trump dejó en claro que la ofensiva antidrogas no se limitará al terreno militar. “Vamos a ir contra quienes representan una amenaza directa a la seguridad de Estados Unidos”, advirtió, al confirmar que las acciones armadas estarán acompañadas por sanciones económicas y una presión diplomática sostenida. El mensaje marca un nuevo punto de inflexión en la política estadounidense hacia Venezuela y anticipa un escenario de mayor confrontación en la región.
