El Aurinegro recibe el domingo al León del Imperio en el Abel Sastre, obligado a remontar el 0-2 sufrido en la ida de la final del Reducido de la Primera Nacional. Detrás del resultado, late el sueño de toda una región que no tiene representantes en la máxima categoría desde los tiempos de Cipolletti, Huracán de Comodoro e Independiente de Trelew.
La tarde del domingo en Puerto Madryn no será una más. Desde las 17:00, en un Abel Sastre que promete estar desbordado, Deportivo Madryn recibirá a Estudiantes de Río Cuarto en la vuelta de la final del Reducido de la Primera Nacional, con un objetivo tan claro como exigente: dar vuelta el 0-2 que dejó la ida en Córdoba y pelear hasta el último minuto por el segundo ascenso a la Liga Profesional. Si lo logra, el Aurinegro no solo coronará el proceso más importante de su historia, sino que también devolverá a la Patagonia a la elite del fútbol argentino después de tres décadas de ausencia.
Una final que es mucho más que un resultado
En el partido de ida Estudiantes se impuso 2 a 0 con tantos de Tomás González y Juan Antonini, golpeando en los momentos justos y dejando a Madryn con la obligación de remontar como local. El reglamento es claro: al no haber ventaja deportiva en esta instancia, el Aurinegro está obligado a ganar.
Para Deportivo Madryn, el camino hasta aquí estuvo marcado por la resiliencia. El equipo chubutense se quedó con la Zona A de la fase regular con 60 puntos y se ganó el derecho a jugar la primera final por el ascenso, que terminó perdiendo por penales ante Gimnasia de Mendoza en Vicente López, en una definición que todavía duele en el sur. Lejos de caerse, el plantel reconvirtió el golpe en combustible anímico para encarar el Reducido.
En cuartos de final, la serie ante Gimnasia de Jujuy quedó atravesada por el escándalo: el partido de ida se suspendió en el entretiempo por amenazas al árbitro y el Tribunal de Disciplina terminó dándole a Madryn el triunfo 3-0 por escritorio. La vuelta, en Chubut, se resolvió en la cancha con un 1-0.
En semifinales, el rival fue Deportivo Morón. Derrota 1-0 en el Oeste bonaerense, victoria 1-0 en el Abel Sastre y clasificación gracias a la ventaja deportiva, en una serie caliente, con polémicas arbitrales, un final con incidentes y la sensación de que el Aurinegro volvió a demostrar carácter cuando el margen de error era mínimo.
Con información de La Opinión Austral

