El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó este jueves que su país responderá con seriedad si Ucrania emplea armas occidentales de largo alcance en ataques contra el territorio ruso. La declaración se produce en un contexto de solicitudes por parte del Gobierno ucraniano para obtener misiles de largo alcance Tomahawk, fabricados por Estados Unidos.
Durante una rueda de prensa, Putin fue consultado sobre las declaraciones del líder del régimen ucraniano, Volodimyr Zelenski, respecto al uso de este tipo de armamento. El mandatario ruso calificó esa posibilidad como un intento de escalada y advirtió que, de concretarse, la respuesta de su país será “muy seria”.
Por su parte, el mandatario estadounidense, Donald Trump, declaró que operar misiles Tomahawk requiere al menos seis meses de formación, y que las fuerzas armadas de EE.UU. no entrenarán a militares extranjeros en su uso ni tienen intención de transferir esta capacidad operativa a otro país. Según explicó, la única manera de utilizarlos sería mediante una intervención directa del Ejército estadounidense, opción que descartó.
El 6 de octubre, Trump declaró que no descartaba por completo la entrega de misiles Tomahawk a Ucrania, aunque expresó dudas sobre su destino y uso. Días después, el 12 de octubre, calificó esa acción como un posible paso de agresión y afirmó que discutiría el asunto con las autoridades rusas.
Desde Moscú, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, advirtió que el envío de misiles Tomahawk afectaría gravemente las posibilidades de mejorar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. El Gobierno ruso ha reiterado que no existe un armamento que, por sí solo, pueda cambiar el rumbo del conflicto.

