Indignación en la comunidad tras el insólito episodio protagonizado por un alto funcionario policial. La fuerza iniciaría un sumario administrativo. El monto de lo que intentó sustraer no superaba los 20 mil pesos.
El Calafate atraviesa por estas horas una situación insólita y alarmante. Un comisario de la Policía de Santa Cruz fue demorado este viernes al mediodía luego de ser sorprendido intentando robar tres tabletas de chocolate en un supermercado céntrico de la ciudad. El hecho, que rápidamente se viralizó en redes sociales y generó conmoción en la comunidad, pone nuevamente en debate la conducta de ciertos integrantes de las fuerzas de seguridad y el grado de impunidad con el que algunos parecen actuar.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que todo ocurrió en la sucursal céntrica de Supermercados La Anónima, ubicada en una de las zonas más transitadas de El Calafate, por la avenida Del Libertador. Según confirmaron fuentes judiciales, un hombre mayor de edad fue detectado por personal de seguridad del local cuando intentaba sustraer tres tabletas grandes de chocolate, ocultándolas entre sus ropas. Al ser interceptado antes de abandonar el establecimiento, el individuo se negó a exhibir lo que llevaba escondido, lo que generó un forcejeo con el encargado de seguridad.
Ante la situación, se dio inmediato aviso a la Policía. Paradójicamente, fue personal de la Comisaría Primera quien llegó al lugar para intervenir. Allí se descubrió que el sospechoso no era un ciudadano común, sino un comisario en funciones, con desempeño en un área administrativa de la propia fuerza en El Calafate, bajo la órbita directa de la Jefatura de Policía de Santa Cruz.
El hecho tomó ribetes aún más preocupantes cuando se conoció el valor de los productos sustraídos: aproximadamente $16.700 en chocolates. Pero más allá del monto, lo que impactó a la comunidad fue el rol institucional del involucrado. Se trata de un funcionario con años de servicio, con antecedentes en distintas dependencias policiales y de bomberos tanto en El Calafate como en El Chaltén. Además, sobre él pesa una antigua causa por violencia de género, lo que vuelve a poner bajo la lupa la falta de depuración en los cuadros jerárquicos de las fuerzas de seguridad.
Desde el Juzgado de Instrucción dispuso que el comisario fije domicilio y recupere su libertad en el corto plazo, al no tratarse de un delito con pena de cumplimiento efectivo. Sin embargo, desde la propia fuerza trascendió que se habría iniciado un sumario administrativo interno para investigar el accionar del uniformado. Hasta el momento, no hubo un comunicado oficial por parte del Ministerio de Seguridad provincial ni de la Jefatura de Policía.
Mientras la investigación judicial sigue su curso y se espera una resolución del sumario administrativo, la comunidad de El Calafate se queda con un sabor amargo. No por el chocolate robado, sino por la sensación de que quienes deberían garantizar el orden muchas veces son los primeros en transgredirlo.

