Hoy se cumplen dos semanas desde la desaparición de Nayelly Luján García Servín, la joven de 15 años de edad que “escapó” junto a su padrastro Juan Ignacio Esteban Apaza (32), el pasado 23 de octubre. La adolescente tenía que asistir a una clase en un instituto de inglés, pero se subió a una camioneta Ford EcoSport que pertenece al esposo de su mamá y, desde ese momento, no se sabe nada de ella ni de él. La Policía de Santa Cruz y la Justicia intensificaron la investigación y la búsqueda.
Es necesario destacar que las tareas investigativas están bajo la dirección del juez Leonardo Cimini del Juzgado de Instrucción Penal N° 1 de Pico Truncado, con la colaboración del fiscal Matías Parajón. Las tareas cuentan con el apoyo de todas las divisiones policiales y el Departamento de Investigaciones de Zona Norte que es liderada por el comisario mayor Pablo Méndez. La Interpol, Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina y personal de los pasos fronterizos están advertidas de la búsqueda de Nayelly y su padrastro.
Las pistas que fueron surgiendo en estos días de intensa búsqueda es que una cámara de seguridad en un puesto de control en La Pampa registró la EcoSport, lo que sugiere que estarían lejos de la Patagonia. Asimismo, el 27 de octubre, el vehículo fue detectado en Córdoba. Esto último levantó sospechas sobre cómo logró eludir los numerosos controles de seguridad establecidos entre Santa Cruz y Salta, un trayecto que, según fuentes consultadas, podría implicar al menos quince puntos de control.
Por otro lado, el personal de la División de Investigaciones realizó cinco allanamientos en viviendas de las localidades de Pico Truncado en Caleta Olivia, donde secuestraron elementos de comunicación, ropa de hombre y un colchón con posibles rastros biológicos. Además, a principios del mes, la Policía de Salta llevó a cabo tres allanamientos en búsqueda de Nayelly y su padrastro. Las tareas se realizaron en la casa del padre y de dos hermanos de Apaza, arrojando resultados negativos.
“Estaban juntos”
Arcenia Servín, madre de la adolescente, habló con La Opinión Zona Norte y dio a conocer que en el mes de septiembre denunció un abuso sexual simple en la Justicia tras encontrar a Nayelly y Apaza en “una situación comprometedora”. El trámite legal lo hizo tras preguntarles en varias ocasiones que sucedía entre ellos: “Les consultaba qué pasaba y ellos me lo negaban, no me quedó otra opción que denunciar”.
Fuentes judiciales consultadas por La Opinión Austral indicaron que, por aquellos días, la Justicia había iniciado una causa por abuso contra Apaza que tenía como víctima a Nayelly. En ese sentido, se pudo saber que ella desapareció el día anterior a ser sometida a una cámara Gesell. Se maneja la hipótesis de que Apaza aprovechó el estado de vulnerabilidad de la adolescente, la engañó y escaparon para lograr su impunidad.(L.O.A)