Comienzan a trascender algunas de las razones por las que, más allá de lo públicamente conocido, funcionarios provinciales dejaron sus cargos. Quizás uno de los menos trascendentes es el del secretario de Ambiente.
Además de lo acotado de su cargo a partir de traspasar el control y fiscalización ambiental en minería y petróleo al área de Energía, trascendió que habría existido un pedido para que clausure una dependencia municipal y que éste se habría negado.
Se trataría del Vaciadero de Río Gallegos, con todo lo que significa en salud pública. De hecho, legalmente el municipio se encuentra con estudio de impacto ambiental aprobado por Ambiente. Impactante.
La Opinión Austral