El ministro de Economía, Luis Caputo, aseguró que lo peor de la crisis ya pasó y destacó que “hay varios indicadores que empiezan a mostrar recuperación” de la economía.
Sobre la salida del cepo cambiario, Caputo explicó: «No nos ponemos una meta de fecha. siempre pensamos que se tiene que cumplir cuatro requisitos, el ancla fiscal, normalizar el flujo, teníamos que normalizar stock, y por último, teníamos que tener una relación razonable entre las reservas internacionales y pasivos remunerados. Esas eran las cuatro cosas que nos fijamos, se podría resumir en sanear el balance del Banco Central».
«A todos lo que dicen por qué no sacamos el cepo el día uno. Requiere una cirugía mayor. Si hubiéramos sacado el cepo el día uno, hubiera sido una calamidad; si lo hubiéramos sacado en enero, hubiera sido un desastre; si lo hubiéramos sacado en febrero hubiera sido bastante desastre; si lo hubiéramos sacado en marzo hubiera estado mal; si lo hubiéramos sacado en abril hubiera estado mal; y si lo sacáramos hoy, sería inapropiado. Pasamos de una calamidad a algo inapropiado, una mejora sustancial», señaló.
Caputo puntualizó en qué momento está de su cálculo ante el cepo. «De los cuatro puntos, el equilibrio fiscal está; pero la normalización de los flujos y los stocks, hoy diría que estamos a un 70, 75%; se mejoró en estos cuatro meses mucho, más de lo que hubiéramos pensado. Y la cuarta es la que más alejada estamos de donde tenemos que estar, que es en la relación reservas internacionales, pasivos remunerados», analizó.
Y lanzó: «Entonces, no le podemos poner fecha, lo vamos a hacer en el momento en el que estemos seguros de que no va a haber sobresaltos. Con el cepo no nos ponemos una meta de fecha, no. Si hoy entráramos en un nuevo programa con el FMI, que implicara nuevos desembolsos, esa relación de pasivos remunerados y reservas, estaría en un nivel más razonables».
“Es la primera vez que los bancos van a tener que empezar a actuar de bancos. Tenemos que lograr que se reactive el crédito y eso ya empezó a pasar con el crédito hipotecario”, dijo Caputo al hablar ante ejecutivos de finanzas del IAEF.
El funcionario ratificó además la decisión del gobierno de “ir por la competencia de monedas”.
Señaló también que “la caída del empleo en el primer trimestre fue consecuencia del desastre de los últimos cuatro años”. E insistió en que “la recuperación ya se empieza a notar”.
Caputo dijo que se está frente a “una oportunidad única, estamos llevando adelante algo que no se hizo en Argentina en 100 años. La situación es diferente por el compromiso, el compromiso que nunca hubo en Argentina, que viene del Presidente y hay una sociedad avalando eso”.
«Cambió que entienden hoy, a diferencia de todas las otras veces. Hubo un Presidente que tenía el diagnóstico correcto y explicó hasta el cansancio qué es lo que había que hacer, y cómo había que hacerlo. La gente aguanta ahora porque entendió», afirmó Caputo.
Dijo que el presidente «es la excepción, lo normal es que uno cuando llega a ese puesto las presiones lo superan y hoy no es el caso. Tiene un mérito enorme, cuando decimos que hoy es la situación es la que es, y la gente entiende más es producto de lo que el presidente explicó estos dos años. Una vez llegado a presidente no cede un milímetro en sus convicciones y eso hace mi trabajo más fácil».
«Es la primera vez que la economía le ganó a la política», sostuvo Caputo.
Luego marcó su hoja de ruta. «El objetivo nuestro es destrozar la inflación y haciendo esto es lo que iba a pasar pero había mucha expectativa, cuando anunciamos el programa la mayoría de los economistas anunciaban 30% de inflación en enero y febrero, que íbamos a devaluar», aseguró.
«Tenemos que ganar credibilidad, Argentina no tiene credibilidad y para hacer política económica es terrible, hace toda la diferencia. Son dos cosas, viene por el track record del país y por la credibilidad de las políticas que estás tomando. Lo más importante de esto es revalidar esto con resultados. En mayo también va a haber superávit», destacó Caputo.
Además, recordó que el freno en la quita de subsidios energéticos es porque «estamos bien» desde el punto fiscal, y también fue para «darle un respiro a la clase media». (NA)