La Cámara de Diputados de Santa Cruz ha derogado el mal llamado “aporte solidario” de nuestros jubilados. Después de casi 13 años de “cajonear” todos los proyectos para derogarlo, después de rechazar o no considerar los petitorios que fuimos realizando en ese sentido, de pronto los diputados “se conmovieron” y por unanimidad derogaron este verdadero robo que afectó a miles de compañeras y compañeros jubilados o pensionados.
¿Qué pasó? ¿Se habrán vuelto compasivos? Desde el Partido Obrero no les creemos nada.
Lo único que pasó es que el gobierno se va y prefirió no oponerse a un reclamo que ha sido una de las causales de la derrota que sufrió el kirchnerismo en la provincia. Ocurre con esta medida algo parecido a la derogación de ganancias sobre los salarios que se acaba de sancionar a nivel nacional. Es que por las circunstancias tan particulares que atravesamos, lo que no se logró con la movilización popular, se concreta ahora como maniobra política después de una elección de agosto, que cambio la escena política de la provincia y del país.
El “aporte solidario” se creó con una reforma a la Ley Jubilatoria aprobada el 16 de diciembre de 2010, con una Cámara rodeada por la patota de la UOCRA que corrió a piedrazos y palazos a la movilización de docentes, judiciales y otros sectores que llegaban al lugar para oponerse. Tal fue la agresión donde hubo varios heridos, que subido a un camión el Secretario de Adosac decretó un paro para el día siguiente en repudio a la violencia.
La medida no era arbitraria. Formaba parte del plan de “armonización” de la Caja de Previsión con el régimen nacional del Anses, en la medida en que el aporte se pagaba hasta cumplir la edad jubilatoria de 60 y 65 años que maneja el Anses. Para el gobierno no era tanto el peso económico de la medida sino su valor simbólico. Era un paso de “armonización” que Peralta y CFK intentaron llevar hasta el final con la reforma total de la jubilación en diciembre de 2011.
Ese fin de año de 2011, las circunstancias políticas eran todas favorables para el gobierno y no quiso perder la oportunidad de hacer lo que la derecha llama “reformas estructurales”. Habían asumido con reelección en la provincia y la nación. La huelga docente de ese año (que se votó después de otra golpiza de la UOCRA esta vez en la cuenca carbonífera) había sido derrotada.
Sin embargo se llevaron el chasco de sus vidas. La Cámara amaneció rodeada de manifestantes, con los camiones de basura descargados en la esquina e incendiados y aunque el actual candidato a Intendente Cotillo (entonces Vicegobernador) ingresó al edificio disfrazado de policía. La mayoría de los diputados no se animó a entrar, los aprestos represivos no fueron suficientes y después del mediodía ya estaban derrotados, aunque luego se incendiara un patrullero, en medio de refriegas y heridos con balas de goma durante la jornada.
Fue una victoria estratégica y en doce años ningún gobierno se animó a tocar la Caja.
Ahora se ha logrado una segunda victoria estratégica contra la “armonización” de los sistemas jubilatorios, que intenta igualar para abajo los regímenes jubilatorios. Es una victoria contra las políticas de ajuste, contra el plan del FMI, contra Massa y la derecha, aunque muchos diputados terminando su mandato quizás no hayan reparado en ello.
Desde el Partido Obrero llamamos a ir por más. A reclamar la devolución de los haberes injustamente descontados a los jubilados y a unirnos por sobre todas las cosas por la recuperación del salario, destruido en los últimos 8 años de gobierno provincial de Alicia K.
Miguel Del Pla