Gabriel Solano: “Con una inflación del 6% de junio y 115% interanual Massa, como ministro de economía carga con la responsabilidad de tener la inflación más alta de los últimos 30 años y los salarios más bajos de las últimas décadas. Los que más subieron fueron los servicios donde rigen aumentos autorizados por el gobierno, como en telecomunicaciones y medicina prepaga o directamente los servicios del Estado, como agua, luz y gas, a los que se les está aplicando los tarifazos que exige el FMI.
Al mismo tiempo el Consejo del Salario Mínimo consagró nuevamente un salario de hambre, que pierde olímpicamente contra la inflación llevándolo a $105.000 menos de la mitad de la canasta básica que hoy mide el mismísimo gobierno.
Mientras que a los banqueros se les indexan los intereses según el IPC. Esto da cuenta de que el gobierno del Frente de Todos gobierna para los bancos y no para los trabajadores.
El premio de Massa por ser el mejor discípulo del FMI es ser el candidato de la unidad del peronismo con la bendición de Cristina Fernández. Mientras los docentes en Jujuy siguen en lucha por aumento del salario a pesar de la represión y la persecución de Gerardo Morales, el vice de Larreta, las centrales sindicales no hacen más que apoyar al candidato del ajuste y del FMI, Sergio Massa.
La CGT y CTA son un grupo de vendidos y entregadores. En cambio el SUTNA, sindicato recuperado de la burocracia sindical, con los métodos de asamblea y medidas de lucha conquistaron paritarias históricas que superan la inflación.”
“Para terminar con el ajuste y la inflación y recomponer los salarios y las jubilaciones como primera medida urgente desde la lista del Frente de Izquierda que me toca encabezar proponemos llevar el salario mínimo a $371.000 según calcula la canasta básica la junta interna del INDEC teniendo en cuenta el gasto de alquiler. Y por supuesto su indexación según inflación. La salida requiere una reorganización económica partiendo del desconocimiento de la deuda con el FMI.”