Kiev, Moscú y Vaticano, 18 mayo (Reuters) — Las tropas rusas golpeaban este jueves las líneas de suministro cerca de la ciudad de Bakhmut, en el este de Ucrania, para tratar de detener los avances del ejército ucraniano, según soldados cerca de la línea del frente.
Ucrania reportó nuevas ganancias territoriales el jueves en intensos combates en los flancos de la ciudad oriental de Bakhmut, sus últimos avances en lo que parece ser un cambio de impulso en el área después de una ofensiva rusa de meses.
Apartados de la ciudad conocida por ambos bandos como la «picadora de carne» debido a la ferocidad de los combates, los soldados con una unidad antiaérea monitorearon el campo de batalla en tabletas mientras el sonido de los bombardeos resonaba cerca de sus posiciones.
«Ahora, en su mayor parte, a medida que comenzamos a avanzar, (los rusos) están bombardeando todas las rutas hacia las posiciones del frente, por lo que nuestros vehículos blindados no pueden entregar más infantería, municiones y otras cosas», explicó Petro Podaru, el comandante de la unidad.
La semana pasada, Kiev dijo que aumentó la presión sobre las fuerzas de Moscú al norte y al sur de Bakhmut, pero que Rusia continuó enviando más tropas, incluidos paracaidistas.
«El enemigo realiza reconocimientos (aéreos) todos los días.
Vuelan muy a menudo. Esta vez, en este momento, están trayendo más Lancets (drones militares rusos). Tratamos de trabajar, tratamos de detectarlos y, por supuesto, estamos tratando de destruirlos», comentó un soldado ucraniano con el distintivo de llamada Barber.
Nuevas retiradas
El ejército ucraniano y el ejército privado ruso Wagner informaron de nuevas retiradas rusas en las afueras de Bakhmut este jueves, mientras que Kiev continuaba con su mayor avance en seis meses antes de llevar adelante los planes para una contraofensiva.
Los militares ucranianos, que hasta ahora se han mostrado cautos a la hora de informar sobre los avances en la zona, afirmaron que las tropas habían avanzado en algunos lugares más de un kilómetro y medio.
«A pesar de que nuestras unidades no tienen ventaja en equipamiento ni en personal, han seguido avanzando por los flancos y han cubierto una distancia de entre 150 y 1.700 metros», declaró el portavoz militar Serhiy Cherevatyi a la televisión.
Esos avances de Ucrania fueron acompañados de una división cada vez más profunda dentro de las fuerzas rusas entre Wagner, que dirigió la campaña de Bakhmut, y los militares rusos regulares.
El grupo mercenario ruso Wagner, que encabeza el asalto en Bakhmut, asegura que avanzó dentro de la ciudad, algo que fue reconocido incluso por Kiev, informó la agencia de noticias Reuters.
Pero Kiev celebró durante días éxitos en el campo de batalla en la ciudad que eventualmente podrían atrapar a las fuerzas de Wagner dentro de la ciudad.
«Wagner subió a Bakhmut como las ratas a una ratonera», expresó esta semana el general Oleksandr Syrskyi, comandante de las fuerzas terrestres de Ucrania.
Quejas del jefe de Wagner
El jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, acusó este jueves a las unidades regulares del ejército ruso de retirarse 570 metros al norte de Bakhmut, dejando expuestos los flancos de sus propios combatientes.
«Desafortunadamente, unidades del Ministerio de Defensa ruso se han retirado hasta 570 metros al norte de Bakhmut, exponiendo nuestros flancos. Por favor, no abandones los flancos», pidió a través de un mensaje de voz.
Reuters no pudo verificar su afirmación y no hubo comentarios inmediatos del Ministerio de Defensa.
«Hago un llamamiento a la cúpula del Ministerio de Defensa — públicamente— porque mis cartas no están siendo leídas», dijo Prigozhin, dirigiéndose al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, y a Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor.
Intervención del Vaticano
El papa Francisco espera enviar emisarios personales de paz a los presidentes de Rusia y Ucrania para tratar de mediar en un cese del fuego en la guerra, informó este jueves un sitio web católico.
Il Sismografo, especializado en noticias vaticanas, publicó que esta es la «misión» de la que Francisco habló cuando regresaba de Hungría el mes pasado.
Según el sitio web, el plan sería que el cardenal Matteo Zuppi de Bolonia fuera a Kiev para mantener conversaciones con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y que el arzobispo Claudio Gugerotti, jefe del departamento del Vaticano para las Iglesias Orientales, fuera a Moscú a reunirse con Vladimir Putin.
De acuerdo con el reporte, que no citó fuentes ni dio detalles, ambos presidentes han aceptado reunirse con los emisarios.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, dijo que no tenía nada que decir al respecto, pero señaló los recientes comentarios del Secretario de Estado Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, de que «ahora es el momento de tomar la iniciativa para crear una paz justa en Ucrania».
Zuppi y Gugerotti no pudieron ser contactados para solicitarles comentarios y una fuente diplomática contestó que todavía no había nada «concreto».
Si se envían los representantes, sería un gesto idéntico al del papa Juan Pablo II, que en 2003 envió emisarios de alto nivel a Washington y Bagdad en un intento infructuoso de frustrar el inicio de la guerra de Irak.
Zelenski se reunió con Francisco en el Vaticano el sábado, pero en declaraciones posteriores pareció restar importancia a la posibilidad de una mediación papal.
De regreso de un viaje a Hungría el 30 de abril, el Santo Padre formuló un comentario intrigante sobre la participación del Vaticano en una misión para tratar de poner fin a la guerra.
«Hay una misión en curso, pero todavía no se ha hecho pública.
Cuando se haga pública, la revelaré», dijo a periodistas. Tanto Kiev como Moscú dijeron no saber nada al respecto.