Santa Cruz es una gigantesca Potosí y sus virreyes desde hace 32 años se apellidan Kirchner
En el Acto por los 50 años del triunfo de Cámpora, realizado en la UTN de Avellaneda hubo un intento de marcar la diferencia de estrategia con la orientación general de las clases dominantes en el país, que es la explotación del Litio y del petróleo y gas de Vaca Muerta como salida para pagar la deuda externa.
Al respecto Axel expresó que “No alcanza con tener recursos naturales, minerales, hidrocarburos, alimentos, es preciso un modelo donde se genere distribución, industria, tecnología y ciencia y que no reprimarice” y para ilustrar la apreciación comparó nuestra realidad con la de los pobladores de Potosí en la época de la colonia (que como se sabe generaron inmensas cantidades de plata y oro que sumaron a la acumulación originaria de capitales en Europa, mientras hundieron en la miseria hasta nuestros días al pueblo Boliviano) Máximo en la misma sintonía y con un ejemplo más actual se refirió a como fue dilapidada la riqueza gasífera de Loma de la Lata.
Sin embargo, en su afán de cuestionar las “aventuras personales” de Alberto, no repararon en que precisamente el “modelo” que cuestionan es el que viene aplicando sin vacilaciones el clan Kirchner en Santa Cruz desde que asumió el poder en 1991, hace 32 años.
Exactamente como en Potosí, Santa Cruz es la primera exportadora de oro y plata de Argentina. Según cifras oficiales unos U$S 1600 millones sobre un total de exportaciones provinciales en 2022 de U$S 2242 millones. Igual que en Potosí los metales se exportan sin manufacturar, lo mismo que el 90 % de los pescados y mariscos o el petróleo crudo que también se exporta.
Es una vergüenza que esas fabulosas riquezas exportadas no se aplican ni para “distribución, industria, tecnología y ciencia” según las palabras de Kiciloff. Estas actividades “recontrareprimarizan” la economía. Ni hablar de la contaminación ambiental que provocan los contenedores con cianuro que se derraman en los campos de la provincia.
La crisis social de Santa Cruz se completa con salarios de empleados y docentes bien por debajo de la línea de la pobreza y que han caído a la mitad de su poder adquisitivo en los últimos 6 años. Sin dudas Santa Cruz es un gigantesco Potosí, y confirma que el “modelo” extractivista organizado por el capital financiero internacional, dueño de las corporaciones mineras, petroleras y pesqueras, no es una salida para nuestro pueblo trabajador.
Néstor en los 90 y Alicia Kirchner ahora, han sido y son los administradores de esta entrega de los recursos como verdaderos virreyes de esta dominación del capital financiero, desde hace 32 años.
CFK se ha congratulado en 2022 de las exportaciones santacruceñas, elogiándolas por ser la provincia con mayor generación de dólares per cápita, sin reparar en la pobreza en que está sumida gran parte de la población.
En definitiva, en el Acto del 11 de marzo, literalmente no pasó nada. Se lo esperaba como un relanzamiento de la candidatura de Cristina, pero no lo fue. Más bien fue la expresión colectiva de una impasse y una especie de terapia grupal para contener a la militancia, recuperando la “autoestima” mientras los dirigentes kirchneristas no pueden ofrecer una salida ante el rumbo fondomonetarista que ellos mismos supieron conseguir.
Avellaneda no parió una candidatura, pero eso es coyuntural. Lo realmente importante es que reveló una vez más que el kirchnerismo tampoco tiene un proyecto distinto. Como el tero, grita en Avellaneda, pero pone los huevos en Santa Cruz, aplicando exactamente lo que pretende hacernos creer que cuestiona.
La nacionalización de los recursos naturales bajo control de la poderosa clase obrera santacruceña es la única salida para no “seguir siendo Potosí” y asumir la cuestión ambiental es una posibilidad para generar puestos de trabajo en remediación y hacer un replanteo de toda esta economía extractiva en el marco de un plan económico nacional dirigido por la clase obrera.
Miguel Del Plá