Los lanzamientos del sur llegaron horas después de que Corea del Norte amenazara con usar sus armas nucleares en protesta por grandes ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur que desde hace años ve como un ensayo para invadirla.
Sirenas antiaéreas sonaron este miércoles en una isla surcoreana y sus residentes fueron evacuados a refugios luego de que Corea del Norte disparara más de 20 misiles, incluyendo uno en dirección a Corea del Sur que cayó cerca de su frontera marítima.
Y por la noche, madrugada de jueves ya en la región, lanzó otro misil balístico de medio alcance que en principio se temió que hubiera sobrevolado Japón e hizo saltar las alertas aéreas en varias prefecturas del norte de la isla de Honshu, la principal del archipiélago.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, denunció el disparo del misil en dirección a su país como «una invasión territorial de hecho», y fuerzas surcoreanas lanzaron luego 10 misiles hacia la misma zona limítrofe marítima.
Los lanzamientos llegaron horas después de que Corea del Norte amenazara con usar sus armas nucleares en protesta por grandes ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur, que desde hace años ve como un ensayo para invadirla.
Estados Unidos mantuvo que no tiene intenciones hostiles hacia Corea del Norte y volvió a prometer trabajar con sus aliados para contener las ambiciones nucleares del país comunista.
Los disparos desataron la pronta reacción de varios países, entre ellos Estados Unidos, que condenó el hecho al que calificó como una «temeraria decisión», según dijo John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
En la misma línea, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, condenó también el lanzamiento y dijo que el mismo constituía un comportamiento «agresivo e irresponsable».
«En nombre de la Unión Europea (UE) expreso mi solidaridad con Corea (del Sur) y otros países de la región», apuntó Michel en un Twitter.
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Rusia, en tanto, llamó a todas las partes a «la calma» y les pidió “evitar tomar medidas que puedan provocar un aumento de las tensiones», según declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien subrayó que «la situación en la península (coreana) ya es lo suficientemente tensa».
Lejos de atender esos llamados y repudios, Corea del Norte repitió el lanzamiento en la mañana del jueves (7.42 local, 19.42 del miércoles en la Argentina), pero esta vez con un misil que inicialmente se supuso que había sobrevolado Japón y cayó en el océano Pacífico, y que generó que el Gobierno local enviara alertas instantáneas a los ciudadanos de las prefecturas de Miyagi, Yamagata y Niigata, todas en el norte de Honshu, la isla mayor.
«Se detectó que el misil tenía potencial de volar sobre el archipiélago japonés, con lo que se lanzó la alerta; tras revisar la información, confirmamos que el misil no cruzó el archipiélago japonés, sino que desapareció en el mar de Japón», aclaró más tarde el ministro de Defensa japonés, Yasukazu Hamada, según la agencia de noticias AFP.
Este es el segundo proyectil que dispara Pyongyang y que cruza sobre el territorio japonés en menos de un mes. Había ocurrido lo mismo el 4 de octubre último.
Corea del Norte aún se encuentra técnicamente en guerra con Corea del Sur y con Estados Unidos desde que la Guerra de Corea (1950-1953) culminó con un armisticio y no con un tratado de paz.
Estados Unidos tiene unos 28.000 soldados en Corea del Sur desde el fin del conflicto, y Corea del Norte dice que desarrolló y probó armas nucleares desde la década de 2000 para disuadir un ataque conjunto surcoreano y estadounidense.
El Ejército surcoreano dijo que Corea del Norte disparó este miércoles al menos 23 misiles, 17 por la mañana y seis más a la tarde, de sus costas este y oeste, todos ellos misiles balísticos de corto alcance o tierra-aire.
Corea del Norte también efectuó un centenar de disparos de artillería a la zona fronteriza marítima, lo que llevó a Corea del Sur a lanzar una alerta de ataque aéreo en la isla de Ulleungdo y a pedir a sus habitantes que se refugiaran en búnkeres bajo tierra.
El Ejército surcoreano dijo que uno de los proyectiles lanzados por Corea del Norte cruzó la línea del límite norte, la disputada frontera marítima entre ambos países, y cayó cerca de las aguas territoriales del sur.
En un comunicado, el presidente Yoon aseguró que esto «constituye una invasión territorial de hecho con un misil que cruzó la línea límite norte por primera vez desde la división» de la península en 1953.
El Ejército dijo que el misil más cercano cayó en el mar a solo 57 kilómetros al este del territorio continental de Corea del Sur, que describió este lanzamiento como «muy inusual e intolerable».
En respuesta a estas acciones, el Ejército surcoreano disparó tres misiles aire-tierra cerca del punto donde cayó el proyectil norcoreano.
Estos misiles cayeron «cerca de la línea del límite norte a una distancia correspondiente al área donde impactó el misil del Norte», dijo el Ejército en un comunicado.
El presidente surcoreano convocó una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional para analizar el disparo y ordenó una «respuesta rápida y severa» ante estas «provocaciones».
Las autoridades del país también cancelaron las rutas aéreas por encima del mar del Japón, al este de la península, y recomendaron a las aerolíneas locales que se desvíen para «garantizar la seguridad de pasaje en las rutas hacia Estados Unidos y Japón».
Estos disparos se producen en medio de las mayores maniobras conjuntas realizadas jamás por Corea del Sur y Estados Unidos, bautizadas «Tormenta Vigilante», que implican cientos de aviones de guerra de ambos lados.
Pak Jong Chon, un alto oficial de Corea del Norte, dijo que estos ejercicios eran agresivos y provocadores, informaron este miércoles medios estatales norcoreanos.
Pak dijo que el nombre de las maniobras recuerda a la operación Tormenta del Desierto, la ofensiva estadounidense sobre Irak en 1990-1991 en respuesta a la invasión de Kuwait.
«Si Estados Unidos y Corea del Sur pretenden usar fuerzas armadas contra la República Popular Democrática de Corea, sin miedo, los medios especiales de las fuerzas armadas de la RPDC desplegarán su misión estratégica, sin demora», dijo.
Y advirtió: «Estados Unidos y Corea del Sur se enfrentarán a una situación terrible y pagarán el precio más horrible en la historia».
Según el analista Cheong Seong-chang del Institute Sejong, estos disparos son la «demostración armada más agresiva y amenazante contra el Sur desde 2010».
En marzo de ese año, un submarino norcoreano torpedeó un buque surcoreano y mató a 46 tripulantes, de los que 16 estaban realizando su servicio militar obligatorio.
En noviembre de ese mismo año, Corea del Norte bombardeó una isla fronteriza surcoreana y mató a dos jóvenes marinos.
El aislado país comunista ha realizado este año una serie récord de pruebas armamentistas y, según Seúl y Washington, prepara un nuevo ensayo nuclear, que sería el primero desde 2017.
Telam