Otros tres buques con cereales zarparán este viernes de Ucrania gracias al acuerdo respaldado por la ONU para que Rusia levante el bloqueo de los puertos a fin de aliviar la crisis alimentaria mundial, en medio de las hostilidades que aumentan en el este y sur del país.
«Se planificó la partida de tres buques este viernes desde Ucrania», anticipó el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, según informaron las agencias de noticias local Anadolu.
Esta noticia llega tres días después de la salida del primer granelero del puerto de Odesa desde la invasión de Rusia a Ucrania a finales de febrero.
El Gobierno turco también expresó que el ministro de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, había mantenido una conversación telefónica con el secretario general de la ONU, António Guterres, acerca de la implementación del acuerdo, pero no brindó más detalles.
Según Ucrania, otros 16 graneleros están listos para zarpar.
Más temprano, Kiev acusó nuevamente a Rusia de robar sus cosechas en las zonas ocupadas para consumo interno o venderlas en el extranjero de forma ilegal, luego de que un buque sirio, que había sido incautado en el Líbano acusado de transportar cereales ucranianos, fuera liberado.
Las autoridades de Libia y Siria informaron este jueves que el buque fue autorizado a salir del país y ya llegó a Siria.
La agencia oficial libanesa ANI anunció que el Laodicea salió del puerto de Trípoli en el Líbano a las 8 hora local (3 hora de Argentina), tras una decisión judicial.
La embajada de Ucrania en Líbano declaró que los cereales habían sido cargados desde una zona ocupada por las fuerzas rusas y dijo haber presentado a las autoridades libanesas pruebas de que la mercancía había sido robada.
Este incidente ocurre tras la puesta en marcha del acuerdo firmado por Rusia, Ucrania, Turquía y la ONU para reanudar las exportaciones de granos ucranianos bloqueados por la guerra.
El primer buque en salir fue el Razoni, con bandera de Sierra Leona, que transporta 26.000 toneladas de granos justamente en dirección a Trípoli.
El convenio, que intenta aliviar la crisis alimentaria global provocada por la guerra, contempla que los barcos que salen de tres puertos ucranianos del mar Negro naveguen por corredores seguros hacia el mar Mediterráneo a través del estrecho del Bósforo o estrecho de Estambul, que divide ambos mares.
Todos los navíos son inspeccionados conforme a las exigencias de Rusia, que quiere conocer el tipo de cargamento de todos los barcos procedentes de Ucrania, uno de los mayores productores mundiales de cereales.
Combates
Mientras tanto, en el terreno al menos 17 civiles murieron en las últimas horas en ataques de Rusia y Ucrania en el este y sur del país, incluyendo ocho al explotar un proyectil ruso cerca de una parada de colectivos en una ciudad de la región que Moscú busca conquistar.
Otras cuatro personas, entre ellas tres menores, resultaron heridas por la explosión del autobús ruso en la parada de colectivos de la ciudad de Toretsk, provincia de Donetsk, informó su Gobernador.
Más temprano, la Presidencia de Ucrania dijo que cuatro personas murieron y otras 10 resultaron heridas en ataques rusos en nueve provincias en las últimas 24 horas.
Autoridades de la ciudad oriental de Donetsk, la capital de esa provincia, que desde 2014 está controlada por separatistas ucranianos prorrusos, informaron de bombardeos ucranianos que dejaron al menos cinco muertos y seis heridos, todos civiles.
Como en los últimos días, la sureña ciudad ucraniana de Mikolaiv volvió a ser atacada con proyectiles por Rusia. Autoridades locales informaron de grandes explosiones, pero no había aún claridad sobre los daños provocados o sobre eventuales víctimas.
Mikolaiv es capital de la sureña provincia del mismo nombre, que limita por el norte con la de Jerson, que está casi totalmente ocupada por las fuerzas enviadas por el Kremlin desde los primeros días de la invasión.
Los combates más intensos en Ucrania se registran en la oriental región del Donbass, formada por Donetsk y la vecina provincia de Lugansk. La región, corazón industrial y minero de Ucrania, es fronteriza con Rusia, y en ella el ruso es la lengua más hablada.
Rusia intenta conquista toda la región con una ofensiva en curso desde abril. Ya controla virtualmente toda Lugansk y la mitad de Donetsk.
Denuncias de Amnistía
En medio de los combates, Amnistía Internacional acusó a Ucrania de violar el derecho internacional humanitario y puso en peligro a sus propios ciudadanos civiles al establecer bases militares en escuelas y hospitales y lanzar ataques desde zonas pobladas para frenar la invasión rusa.
«Hemos documentado una tendencia de las fuerzas ucranianas a poner en peligro a los civiles y a violar las leyes de la guerra cuando operan en zonas pobladas», declaró Agnes Callamard, secretaria general de la ONG.
«El hecho de estar en una posición de defensa no dispensa al Ejército ucraniano de respetar el derecho internacional humanitario», agregó la organización, que este año investigó lugares de Ucrania bombardeados por Rusia y entrevistó a residentes.
Según Amnistía, los investigadores encontraron pruebas de que las fuerzas ucranianas lanzaban ataques a partir de zonas residenciales pobladas y establecieron bases en edificios civiles de 19 localidades.
El canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, dijo que estaba «indignado» con las conclusiones del trabajo y acusó a Amnistía de equiparar las acciones de un criminal -Rusia- con una víctima -Ucrania-.
«Estoy tan indignado como ustedes por el informe de Amnistía Internacional. Lo considero injusto», escribió el canciller en Facebook, informó la agencia de noticias AFP.
La ONG también criticó a Rusia, al decir que sus conclusiones «no justifican de ninguna manera los ataques rusos indiscriminados» contra la población civil.
La presentación del informe ocurre en momentos en que se espera el inicio de una investigación por parte de la ONU sobre el ataque ocurrido el viernes pasado contra una cárcel que alojaba prisioneros de guerra ucranianos, donde murieron más de 50 personas.
Kiev y Moscú se responsabilizaron mutuamente por la autoría del bombardeo ocurrido en el centro de detención ubicado en zonas controladas por fuerzas prorrusas en Donetsk.
En este sentido, fuentes del gobierno del presidente Joe Biden indicaron a la cadena televisiva CNN que la Casa Blanca tiene «razones para creer» que el Kremlin podría estar preparando pruebas falsas que incriminen a Ucrania e incluso a Estados Unidos en el hecho.
La fuente dijo que Moscú tiene intenciones de «hacer que parezca» que «los sistemas lanzamisiles Himars ucranianos (enviados por Washington) fueron los que causaron la acción antes de que lleguen periodistas al lugar.
De hecho, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, afirmó anoche que el ataque sobre la prisión, donde se encontraban internos más de un centenar de soldados ucranianos, había sido llevado a cabo con sistemas Himars.