«La milicia popular y las fuerzas armadas rusas ocuparon las últimas posiciones elevadas estratégicas, lo que nos permite afirmar que la localidad de Lisichansk está totalmente rodeada», indicó Andrei Marotchko.
Fuerzas separatistas apoyadas por el ejército ruso afirmaron que habían rodeado «totalmente» Lisichansk, en el este de Ucrania y última ciudad importante que aún no está bajo su control en la provincia de Lugansk, aunque el ejército ucraniano lo negó e indicó que todavía maneja la localidad.
«La milicia popular de Lugansk (ejército separatista) y las fuerzas armadas rusas ocuparon las últimas posiciones elevadas estratégicas, lo que nos permite afirmar que la localidad de Lisichansk está totalmente rodeada», indicó un representante del ejército separatista de Lugansk, Andrei Marotchko, citado por la agencia de noticias TASS.
En el mismo sentido, el jefe de Chechenia y que combate en el terreno para Moscú, Ramzan Kadyrov, dijo que bloquearon todas las entradas y salidas de la ciudad.
«La trampa se cerró, Lisichansk está completamente rodeada por fuerzas aliadas. Vale la pena suponer que pronto comenzará un ataque a gran escala contra la ciudad. El enemigo, a su vez, no tiene adónde ir, ya que todas las entradas y salidas están bloqueados», escribió en su canal de la red de mensajería Telegram.
Por el contrario, el vocero de la Guardia Nacional de Ucrania, Ruslan Muzychuk, aseguró que «los combates son intensos» en la localidad, pero «no está rodeada y se halla bajo control del ejército ucraniano».
Lisichansk es la última ciudad importante que aún no está en manos rusas en Lugansk, una de las dos provincias del Donbass, una región controlada parcialmente por las fuerzas prorrusas desde 2014 y donde se libran actualmente la mayoría de los combates.
Su ciudad gemela, Severodonetsk, separada por el río Donets, cayó en manos de los rusos la semana pasada después de que las tropas ucranianas se retiraran tras semanas de batalla.
La toma de Lisichansk permitiría a los rusos avanzar hacia Sloviansk y Kramatorsk, otras dos ciudades relevantes de la región industrial del Donbass.
Justamente en Sloviansk, unos 60 kilómetros más al oeste, un disparo de cohete alcanzó varias casas, matando a una mujer en su jardín e hiriendo a su marido, informó la agencia de noticias AFP.
Pavlo Kyrylenko, gobernador de Donetsk, la otra provincia que compone la región de Donbass, manifestó que desde ayer por la mañana murieron cuatro civiles y 12 resultaron heridos en esa localidad.
Por otra parte, autoridades ucranianas confirmaron hoy que recuperaron el control de la estratégica isla de Serpientes, ubicada en el mar Negro y tomada hasta hace poco por Rusia.
La administración militar regional de Odesa informó que despejaron la isla del equipo y armas que dejaron las fuerzas rusas en su retirada, entre ellos un lanzacohetes múltiple Grad, un sistema de misiles y cañones antiaéreos Pantsir-S1, tres vehículos blindados y de motor, un camión cisterna y un almacén con otros equipos.
El Kremlin anunció hace dos días que se retiraba del territorio ubicado frente a la ciudad de Odesa como gesto de «buena voluntad», pero las Fuerzas Armadas ucranianas dijeron que los militares escaparon en dos lanchas tras fuertes ataques con artillería y con misiles.
Cerca de ahí se encuentra el poblado de Sergiyvka, donde ayer al menos 21 personas murieron y decenas resultaron heridas por un ataque de misiles que, según las autoridades ucranianas, impactaron un edificio de departamentos y un centro recreativo.
«Yo enfatizo: este es un acto de terrorismo ruso deliberado, intencional, y no algún error o ataque accidental con misiles», aseguró el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski
«Tres misiles impactaron un edificio de departamentos de nueve pisos en el que nadie ocultaba armas ni equipo militar», agregó.
Rusia negó la autoría del hecho, al asegurar que sus militares no disparan a instalaciones civiles.
«Las Fuerzas Armadas de Rusia no apuntan a objetivos e infraestructuras civiles en el transcurso de su operación militar especial, sí apuntan a depósitos de municiones, empresas que se dedican a la adaptación, reparación y almacenamiento de equipos bélicos y municiones y lugares de concentración, formación y adiestramiento de mercenarios», señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Ucrania refuta esto y hoy acusó además al Kremlin de atacar «instalaciones portuarias, otras infraestructuras industriales y terrenos agrícolas» en la región de Mykolaiv, sur del país.
Así lo comunicó el Mando Operativo de la zona y precisó que cayeron diez cohetes del tipo Onyx disparados desde Jerson, región ocupada por las fuerzas leales al Kremlin.
Sobre esto, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que destruyó dos depósitos de municiones cerca de la ciudad de Mykolaiv, así como un puesto de mando en la región homónima.
En el plano diplomático, el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, dijo en Twitter que había hablado con el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, y que ambos coincidieron «en la necesidad de un séptimo paquete de sanciones contra Rusia».
En esa conversación, también se analizaron «los pasos a seguir» para el ingreso de Ucrania al bloque, reveló Kuleba.
El 23 de junio pasado, los líderes europeos acordaron en una cumbre de la UE otorgar a Ucrania en tiempo récord el estatus de candidato para adherirse al bloque comunitario.
El estatus de país candidato es el primer paso para el proceso de adhesión, que exige cumplir ciertas condiciones y puede prolongarse por más de una década.