El alcalde de esta ciudad del este de Ucrania denunció bombardeos «masivos» rusos y urgió a sus residentes a evacuar apenas puedan antes de un esperado ataque por tierra, días después de que Rusia y las milicias locales tomaran toda la provincia vecina de Lugansk.
Rusia mantuvo este martes su avance en el este de Ucrania con bombardeos «masivos» sobre Sloviansk, ciudad que se convirtió en su próximo objetivo, de acuerdo con el intendente local, que urgió a sus residentes a evacuar apenas puedan antes de un esperado ataque por tierra y días después de que las fuerzas invasoras tomaran toda la provincia vecina.
La advertencia del alcalde llegó en medio de temores a un inminente avance de Rusia sobre esa localidad de la región industrial y minera del este de Ucrania conocida como Donbass, que el Kremlin aspira a controlar por completo.
Se espera que Sloviansk, que tenía 107.000 habitantes antes de que Rusia invadiera Ucrania, hace más de cuatro meses, sea blanco de la próxima gran ofensiva rusa que se concentra en la provincia de Donetsk tras completar el control de la de Lugansk.
«¡Sloviansk! Bombardeo masivo de la ciudad. El centro, el norte. Todo el mundo a refugiarse», indicó el alcalde Vadim Liakh en Facebook.
Al menos dos personas murieron y siete resultaron heridas en los ataques, que alcanzaron el mercado central, según las autoridades citadas por la agencia de noticias AFP.
El domingo, las tropas rusas anunciaron haber tomado Lisichansk y a finales de junio, conquistaron Severodonetsk, la ciudad vecina.
Ambas están cerca de la frontera que divide las dos provincias, lo que les permite ahora progresar más hacia el oeste del Donbass, parcialmente controlado por las milicias locales prorrusas desde 2014.
Además de Sloviansk, también está en la mira de los rusos la ciudad de Kramatorsk, una de las últimas posiciones ucranianas en Donetsk.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y su ministro de Defensa dijeron que la captura de Lisichansk daba a Moscú el control de toda Lugansk, que junto a Donetsk forma el Donbass.
Por el contrario, la Presidencia ucraniana afirmó que el Ejército continuaba defendiendo una pequeña parte de Lugansk en un intento por ganar tiempo y fortalecer posiciones en zonas cercanas.
Moscú indicó que la operación en el Donbass busca «liberar» las «repúblicas populares» proclamadas en 2014 en Lugansk y Donetsk por separatistas prorrusos alzados en armas desde entonces. Putin reconoció la independencia de ambas dos días antes del inicio de la invasión de Ucrania.
No está claro cuándo podría comenzar el asalto a gran escala sobre la parte de Donetsk que aún está bajo dominio de Ucrania, luego de semanas de extenuantes operaciones para tomar Lugansk.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo este martes que el Ejército ruso bombardeó numerosas localidades y poblados en los alrededores de Sloviansk en las últimas horas, pero que se logró repeler un avance ruso hacia una localidad 20 kilómetros al norte de esa ciudad.
Más hacia el sur, fuerzas rusas intentaban acercarse a otras dos localidades, y bombardearon zonas cercanas a Kramatorsk, que queda 16 kilómetros al sur de Sloviansk, agregó el Estado Mayor en Facebook.
Desde que lanzó su intervención, Rusia logró tomar control total o parcial de cinco provincias del este y sur de Ucrania que le permitieron establecer un corredor terrestre ininterrumpido desde su territorio hasta la sureña península ucraniana de Crimea, que Moscú anexionó tras un referéndum popular en 2014.
Rusia ve a Crimea, donde tiene anclada su flota del mar Negro, como vital para su seguridad. Su control le asegura una salida al mar Mediterráneo, donde el Kremlin tiene una única base naval, en la ciudad siria de Tartús.
Este martes, las autoridades instaladas por Rusia en la sureña Jerson, la única provincia ucraniana que limita con Crimea, anunciaron la formación de un nuevo Gobierno regional, encabezado por un exfuncionario ruso.
Sergei Eliseyev, de 51 años, hasta ahora primer adjunto del jefe del Gobierno del enclave norteuropeo ruso de Kaliningrado y exmiembro de los servicios secretos rusos, «asumió como jefe del gobierno de la región de Jerson», dijo Vladimir Saldo, que dirige la administración rusa, en Telegram.
Desde que conquistó Jerson, Moscú lleva a cabo una política de «rusificación». Introdujo el rublo, emitió pasaportes rusos y abrió un banco. Además, la economía está en gran parte bajo control de la administración de ocupación y se reprimen las voces críticas.
En Ginebra, la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, acusó a Ucrania y a Rusia de violar el derecho internacional humanitario (DIH) que marca las normas que rigen durante una guerra.
«El elevado número de víctimas civiles y la magnitud de la destrucción causada a las infraestructuras civiles siguen suscitando una gran preocupación por el hecho de que los ataques realizados por las fuerzas armadas rusas no se ajusten al DIH», indicó la expresidenta de Chile.
«Aunque a una escala mucho menor, también parece probable que las fuerzas armadas ucranianas no cumplieran plenamente con estas normas en las zonas del este del país», añadió.
«El emplazamiento de objetivos militares cerca de objetos civiles y el uso de escudos humanos por ambas partes del conflicto también suscitan preocupación», precisó
Por otro lado, en Bruselas, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, anunció que la alianza abrió oficialmente el proceso para ratificar la adhesión de Suecia y Finlandia.
«Con 32 naciones alrededor de la mesa, seremos aún más fuertes y nuestra gente estará aún más segura, mientras enfrentamos la mayor crisis de seguridad en décadas», dijo en conferencia de prensa junto a los ministros de Relaciones Exteriores de Suecia y de Finlandia.
Ambos países nórdicos decidieron abandonar su histórica postura de no alineamiento militar formal para sumarse a la OTAN, con la que ya tenían una política de asociación.
Ahora su ingreso depende de Turquía, que aguarda el cumplimiento de acuerdos para levantar su veto.