Cuatro días después de que una explosión accidental destruyó el emblemático hotel Saratoga de La Habana, capital de Cuba, rescatistas hallaron a la víctima número 43 y seguían buscando con la certeza de que la cantidad de muertos «es muy grande «, según el actor Teherán Aguilar, de 46 años, convertido en socorrista voluntario.
Según el último balance del Ministerio de Salud Pública, 54 personas resultaron heridas por la explosión y 17 de ellas todavía se encuentran hospitalizadas, consignó la agencia AFP.
La lista de fallecidos incluye ahora a María Consuelo Álvarez (77) y al delegado del Poder Popular (concejal) del barrio, Juan Carlos Díaz (55), que los vecinos buscaban desde el viernes.
El viernes, el lujoso hotel Saratoga, ubicado en un concurrido Paseo del Prado de La Habana Vieja, explotó hacia el mediodía cuando era reabastecido de gas.
Este emblemático hotel de cinco estrellas estaba cerrado desde hacía dos años por la pandemia de coronavirus y se preparaba para reabrir al público, pero sus primeros cuatro pisos resultaron destruidos.
Roberto Enrique Calzadilla, delegado de la empresa estatal Gaviota, actual propietaria del hotel, señaló en conferencia de prensa que en el momento de la explosión había 51 trabajadores en el edificio.
Del total, se recuperaron 23 cadáveres, tres sobrevivientes se mantienen hospitalizados y 22 recibieron el alta médica, en tanto que tres empleados -dos camareras y un cocinero- siguen desaparecidos.
Calzadilla explicó que estudios preliminares señalan que la arquitectura del hotel tuvo «una afectación del 80%».
El turismo es la principal actividad económica de Cuba después de la venta de servicios médicos y se vio muy afectada por la pandemia.
Interrogada por la prensa, Carmen Casals, portavoz del Ministerio de Turismo, descartó que este accidente fuera a perjudicar la imagen turística de la isla.
«Pienso que la imagen de Cuba seguirá siendo un destino de paz, tranquilidad, seguridad y solidaridad», concluyó.
Abrazando a Yomy, su jadeante perro rescatista, un labrador de 12 años, Edel Llopiz (48) opina que «he dado mi aporte, junto con mi perro, que ha sido un gran protagonista en este batallar y en este dolor que tiene nuestro país».
El viernes 6 por la mañana, el lujoso hotel de La Habana Vieja estaba en los últimos preparativos para reabrir cuatro días más tarde tras dos años de cierre por la pandemia de covid-19. Unos 50 trabajadores se encontraban allí mientras un camión cisterna abastecía de gas al establecimiento.
De pronto, se registró una fuerte explosión y una gigantesca nube de polvo por los aires. Las cuatro primeras plantas del edificio fueron arrasadas y la onda expansiva lanzó escombros sobre el concurrido paseo del Prado, donde está enclavado.
Fuente: Telam – AFP