Eva Escobar fue la primera oficial femenina en una Alcaidía masculina y la primera Directora de la Alcaidía Penitenciaria de Mujeres. Relató cómo fue forjando su carrera y cómo, junto a otras mujeres, han ido avanzando y abriendo un camino con destino a la igualdad, y en el cual ya nada las detendrá. Esto se expone en el marco de la campaña “La Fuerza de la Mujer”, la cual es impulsada por el Gobierno de Santa Cruz, a través del Ministerio de Seguridad.
La Fuerza de la Mujer se impulsó el 2020 desde del ámbito y las competencias de la Dirección Provincial de Comunicación Institucional, dependiente de la Subsecretaria de Participación Ciudadana del Ministerio de Seguridad, y tiene como objeto visibilizar a cada mujer profesional que compone el Sistema Público de Seguridad, quienes cotidianamente bregan por el bienestar y seguridad del pueblo de Santa Cruz.
Esto es un hecho significante en el cambio cultural que están dando las instituciones de seguridad en términos de perspectiva de género, reconocimiento e inclusión, impulsando acciones concretas de manera integral y transversal.
En este contexto, Eva Escobar contó su experiencia, teniendo en cuenta que fue la primera oficial femenina en una Alcaidía masculina y la primera Directora de la Alcaidía Penitenciaria de Mujeres. Actualmente es Subdirectora de la Unidad Penitenciaria N°2.
Un 8 de Marzo de 1999 Eva Escobar ingresó a la Escuela de Cadetes de Policía, siendo parte de la primera promoción mixta de la historia de la fuerza provincial, egresando en el año 2001. En el 2011 fue destinada a la Alcaidía Río Gallegos, donde se impulsó la creación de la Dirección General. En 2016 regresó a la Dirección Policial Penitenciaria, precisamente al Anexo 3, en la Comisaría Tercera, donde estaban alojadas las mujeres. Ese año realizó el curso básico táctico de custodia y traslado para el personal femenino, logrando aprobarlo después de 30 días intensos.
En el 2018 la nombraron Directora de la Alcaidía de Mujeres y en el 2019 presentó un proyecto e hicieron el primer curso regional de custodia y traslado destinado al personal femenino. Hoy se desempeña como Subdirectora en la unidad penitenciaria N°2.
“Al principio fue raro y todo un desafío. En la Alcaidía de hombres gracias a Dios tuve compañeros que nunca me dejaron sola y me enseñaron, y eso lo pude trasladar cuando tuve que ir al Anexo 3”, expresó, destacando que nunca la dejaron sola. “Fácil no es, pero es cuestión de ser perseverante y creer en una misma; de saber que nosotras podemos. Con ese principio creo que hay obstáculos pero una puede sortearlos siempre”, añadió.
Escobar consideró que las mujeres tienen que estar físicamente, psicológicamente y tácticamente preparadas, y con ese fin es que brindaron el curso, tras la instrucción recibida anteriormente en cuanto a custodia y traslado para el personal femenino. Y como anhelo, le gustaría antes de retirarse ver a un grupo especial, ya que las mismas “cumplen un rol realmente muy importante y hoy en día se vienen desafíos importantes y debemos estar preparadas ante los nuevos pensamientos, las cuestiones de género y las perspectivas”.
Inició siendo joven y su carácter, templanza y personalidad se fueron fortaleciendo, pero la funcionaria remarcó: “Nunca me sentí menos que nadie, que por ser mujer no podía hacer esto o aquello”.
Hoy en día en la Unidad Penitenciaria N°2 “estoy como Subdirectora; la Oficial que hoy está trabajando es la más antigua; la trabajadora social es mujer; y una de las oficiales, que fue abanderada, también es mujer. Y tenemos un masculino. Siento que fuimos abriendo puertas y cada vez vamos avanzando un poquito”.
Por último, dejó un mensaje a todas las mujeres en esta jornada tan significante: “Que demuestren cuánto valen y hasta dónde podemos llegar brillando. Cuando hagan un paso se tiene que notar la presencia, marcar esa impronta de que nosotras valemos por lo que hacemos y lo que somos, no por lo que puedan llegar a decir”.