La Secretaría de Estado de Ambiente, informa que chicos y chicas de las localidades vecinas al Parque Patagonia pueden sumarse a esta actividad sin costo que incentiva el conocimiento de su lugar, aprendiendo sobre su biodiversidad, recorriendo sus senderos y durmiendo bajo sus estrellas.
El noroeste de Santa Cruz está viviendo una excelente temporada turística, según lo indican las autoridades y los prestadores de servicios turísticos de la zona. Sin duda, esta afluencia de público responde a la variada oferta de actividades y un marco natural inmejorable para disfrutarlas.
Aquí es donde entran en escena las acciones locales que promuevan el sentido de pertenencia de quienes la habitan, para conocer, cuidar, preservar y compartir los atractivos naturales y culturales en una región con una demostrada potencialidad.
Con el Programa de Exploradores de Parque Patagonia, niños y niñas entre 10 y 13 años de la región pueden vivenciar durante tres días de excursión una experiencia que cruza la educación con el disfrute al aire libre. Las y los participantes provienen de las localidades aledañas al Parque Nacional Patagonia: Perito Moreno, Los Antiguos, Bajo Caracoles y Lago Posadas.
«Intentamos fomentar un espacio que conecte a todos los participantes y sus sentidos con la naturaleza, para ayudarlos a comprender su lugar dentro de este ecosistema», afirma Rocío Navarro, coordinadora del Programa Comunidades de Parque Patagonia.
A principios de enero de este año, profesionales de diferentes disciplinas, en conjunto con la Fundación Rewilding Argentina y la Secretaría de Estado de Ambiente de la provincia de Santa Cruz, realizaron una formación destinada a los monitores del Programa. En esta capacitación, los temas de educación ambiental y actividades al aire libre estuvieron a cargo de Pablo Hernández; la astronomía de Diego Galperin, y conservación y vida silvestre de Emanuel Galetto. La capacitación también abarcó temas como la filosofía que le da sustento a esta propuesta recreativa, técnicas sobre actividades al aire libre y observación de vida, entre otros.
A finales de enero comenzaron las salidas, todos los fines de semana con un grupo diferente de futuros exploradores. “Estamos teniendo una excelente recepción de niños y niñas de la zona que ansiaban tener la oportunidad de tener este tipo de experiencias al aire libre», remarca Navarro.
“La misión del Programa de Exploradores es brindar la oportunidad a que niños, niñas y adolescentes locales tengan experiencias únicas en la naturaleza a través de diferentes actividades”, explica la coordinadora.
Dice el dicho popular que “no se puede amar lo que no se conoce”. Es sobre esa premisa que el Programa combina la educación ambiental con la aventura al aire libre. “Lo que buscamos es promover el conocimiento a jóvenes locales sobre temas relacionados con la historia geológica y antropológica de la región, la biodiversidad y servicios ecosistémicos que brinda la naturaleza, y la interpretación del cielo”, señala Rocío.
Si bien en la educación tradicional se enseña a los alumnos a través de un cronograma estandarizado, en la formación ambiental basada en acciones, “las sesiones de aprendizaje son flexibles y muchas veces dirigidas por los alumnos”, señala Rocío.
La actividad es gratuita y solo requiere ponerse en contacto para registrarse, por email a exploradores.parquepatagonia@gmail.com o por WhatsApp a +5493417455016.
«No solamente dialogamos sobre las maravillas del Cañadón del río Pinturas y su historia, sino que también llevamos a los alumnos al cañadón, a la Cueva de las Manos y a los senderos. Al dormir al aire libre, todos nuestros sentidos se intensifican para experimentar imágenes, sonidos, sabores, olores y texturas de manera diferente”.
Antes que respuestas, el Programa de Exploradores busca generar profundas preguntas. Los estudiantes descubren y expresan sus propias ideas y emociones en torno a diferentes temas como arqueología, geología, vida silvestre o astronomía.
“Enseguida nos fuimos a mirar las pinturas. Salvo una que otra exclamación, nuestra admiración fue de silencioso respeto”, relata en su libro »Recuerdos del Río Pinturas», el arqueólogo que descubrió la Cueva de las Manos, Carlos J. Gradin. Hay un desafío que el Programa de Exploradores parece aceptar: incentivar en las nuevas generaciones un espíritu inquieto, consciente de que no fuimos los primeros y preservar nuestro lugar para que no seamos ser últimos.