Por Mauricio Cantando29/09/2021
Las rondas de catarsis entre Máximo Kirchner y los diputados del Frente de Todos tuvieron este miércoles un parada difícil: los representantes de la patagonia no apelaron a eufemismos para responsabilizar al Gobierno por la derrota electoral, con especial foco en medidas que afectaron a los sectores rurales y la administración de la cuarentena.
«No se salvó nadie, ni Alberto, ni el gabinete que ya no está», aseguró ante LPO uno de los patagónicos presentes en la oficinas del tercer piso del palacio que tiene el jefe de bloque del Frente de Todos, quien como anticipó LPO desde la semana pasada recibe a sus dirigidos por grupos para escuchar su diagnóstico de la derrota electoral.
El lunes fue el turno de los bonaerenses y porteños, un grupo más numeroso en el que la catarsis fue más cuidadosa. Ni siquiera Fernanda Vallejos usó los adjetivos contra Alberto Fernández que se hicieron virales en sus audios de Whatsapp filtrados por algunos de sus compañeros.
Hay que entender que en el campo te putea el que exporta mucho, el que exporta poco, y hasta los peones que se enteran de la medida. Y no te vota nadie.
Los patagónicos no anduvieron con vueltas y cuestionaron a Alberto por algunas medidas como la suspensión de las exportaciones a la carne, que explica la derrota en La Pampa y la posible pérdida de un senador clave para Cristina Kirchner.
Este martes intentó ser subsanada con una apertura parcial de las exportaciones de carne, pero entre los oficialistas de las zonas damnificadas no hay expectativas de que ayude a mejorar los números en noviembre. «Hay que entender que en el campo te putea el que exporta mucho, el que exporta poco, y hasta los peones que se enteran de la medida. Y no te vota nadie», se escuchó.
El otro reproche, y muy subido de tono, fue por cerrar las escuelas en todo el país en 2020, sin importar la evolución de los contagios en cada región, una medida que golpeó la credibilidad del Frente de Todos en poblaciones chicas.
Explicaron que el fastidio generado por esa fallida unificación de criterios hizo imposible este año aplicar restricciones cuando la segunda ola de contagios pegó fuerte. Algunos bonaerenses también habían comentado el lunes que, incluso hoy, les cuesta explicarle a sus vecinos porque sus hijos van al boliche y no a la universidad.
Máximo sólo respondió con análisis «macro», sin apuntar a ningún funcionario en particular y mucho menos al presidente. «Es bueno que pueda saber lo que piensan», fue su latiguillo.
Según contaron a LPO diputados presentes Máximo sólo respondió con análisis «macro», sin apuntar a ningún funcionario en particular y mucho menos al presidente. «Es bueno que pueda saber lo que piensan», fue su latiguillo.
La otra queja fue por el Gabinete desarmado hace 15 días, porque varios de los ministros salientes no eran muy propensos a atender el teléfono de los legisladores. Esa tarea recae formalmente en Fernando «Chino» Navarro, quien aún oficia de enlace parlamentario de la jefatura de Gabinete, ahora a cargo de Juan Manzur.
Al igual que en la reunión con los metropolitanos, Máximo evitó mencionar al ministro de Economía, Martín Guzmán, quien presentó el presupuesto el 15 de septiembre pero aún no asistió a exponerlo. Sergio Massa le había prometido a la oposición una reunión privada esta semana para fijar pautas de la presentación, pero nunca llegó.
Las catarsis seguirán las próximas semanas con el resto de los representantes de cada región. Y ya no hay quien calle sus críticas.
Fuente: La Polìtica Online