El obispo de la Diócesis de Santa Cruz y Tierra del Fuego, Jorge García Cuerva recibió la primera dosis de vacuna contra el COVID – 19 en el día de hoy, en el vacunatorio que funciona en el Complejo Cultural Santa Cruz de la ciudad de Río Gallegos. Destacó la importancia de la vacunación y los cuidados, e instó a estar unidos en estos momentos.
Al respecto, monseñor García Cuerva manifestó que hoy accedió a la dosis correspondiente tras inscribirse el pasado sábado cuando se habilitó el turnero para la franja etaria a la que pertenece. “Me inscribí y me llegó el turno y para mí ha sido realmente una gran alegría el compartir con la gente este horizonte de esperanza que tenemos todos para superar la pandemia y que es la posibilidad de vacunarnos”, resaltó.
Por otra parte, destacó la atención y el desarrollo del proceso vacunatorio, al que calificó como ágil y cordial. “Por un lado fue agil porque fue fluyendo y uno iba pasando de un lugar a otro y nos iban explicando con muchos detalles cuáles podrían ser algunas cuestiones que tengamos una vez vacunados. A la vez nos preguntaron si habíamos recibido la vacuna de la gripe. Nos trataron excelentemente bien”, relató. Además remarcó que la atención y el trato fueron extremadamente cordial.
“Quiero agradecer al personal de salud que nos atendió”, enfatizó.
En ese contexto, García Cuerva sostuvo que si bien ahora tiene la vacuna eso no implica que no se vaya a contagiar. “De hecho ya tuve COVID y nos anticiparon que uno puede volver a contagiarse y lo que sucede es que la vacuna nos da los anticuerpos como para poder sobrellevar la enfermedad lo mejor posible”, agregó. Asimismo señaló que se insiste en seguir usando el barbijo, el distanciamiento y todos los actos personales que tienen impacto a nivel social.
“Por más que ahora yo tenga los anticuerpos por una vacuna, eso no significa que pueda salir al mundo porque incluso puedo ser yo vector de contagio a otras personas”, consideró.
Al ser consultado acerca de cómo transitó el COVID, comentó que casi no se dio cuenta y fue cuando se hizo un estudio de anticuerpos cuando se corroboró que había tenido la enfermedad entre fines de noviembre y diciembre por algún síntoma que tuvo.
“Creo que estamos en un tiempo en el que nos vamos sosteniendo y acompañando entre todos. Sabemos que hay personas que les ha golpeado muy duro el COVID y personas que han fallecido. Por eso, creo que es un tiempo en el que nos tenemos que acompañar, para estar unidos y tratarnos bien. A mí me preocupa cuando a veces hay algunas campañas anti COVID y dicen que no hay pandemia o una campaña anti vacunas, diciendo que no sirven y creo que eso es cascotear la esperanza del pueblo”, reflexionó. A su vez manifestó que a la esperanza del pueblo no hay que cascotearla sino cuidarla.
“A todos los animo a seguir cuidándonos. Tenemos una enorme responsabilidad social con todo esto y cuando nos llegue el turno nos sigamos vacunando porque de alguna manera de esta pandemia vamos a salir”, finalizó.