El estado australiano de Nueva Gales del Sur registró este domingo 30 nuevos casos de coronavirus en el segundo día de vigencia de un nuevo bloqueo de dos semanas en la capital Sydney.
El número de infecciones causadas por la variante Delta del virus asciende a 110, pero la primera ministra estatal, Gladys Berejiklian, está convencida de que los casos seguirán aumentando en los próximos días, reportaron la prensa local y la agencia de noticias Ansa.
«Dada la alta tasa de contagio de esta cepa del virus, esperamos que en los próximos días el número de casos probablemente aumente incluso más allá del nivel que hemos visto hoy porque estamos viendo que, lamentablemente, las personas aisladas ya han infectado a todas las personas con que habían entrado en contacto en sus casas», dijo la premier, citada por la cadena BBC.
Después de decretar restricciones en cuatro distritos del centro de la ciudad el viernes pasado, las autoridades de Sydney habían decidido extender la medida a toda la metrópolis más grande de Australia (con más de cinco millones de habitantes) durante dos semanas.
Las personas deberán quedarse en casa durante dos semanas y solo podrán salir para actividades imprescindibles, como comprar bienes esenciales, ir al médico, a la escuela o a trabajar.
A partir de este lunes no se permitirán bodas, mientras que los funerales se limitarán a una persona por cada cuatro metros cuadrados, con un límite de 100 personas.
Los tapabocas serán obligatorios en el interior, de acuerdo con la nueva normativa, consignó el diario local Sydney Morning Herald.
«Aunque nunca queremos imponer una carga a la población a menos que sea absolutamente necesario, estamos en una situación en la que tenemos que hacerlo», expresó Berejiklian, citada por la agencia de noticias Europa Press.
Telam