Por sexto día consecutivo, se llevaron a cabo manifestaciones, en especial en la capital, Asunción, donde un movimiento heterogéneo formado por estudiantes, profesionales y empleados reclama la salida del presidente Mario Abdo Benítez.
Los manifestantes levantan carteles y pancartas en las cuales se puede leer, entre otras consignas: «¡Fuera corruptos!», en relación con el manejo de la pandemia de la Covid-19 llevado adelante por el gobierno del presidente Abdo, a quien acusan, de manera concreta, del desvío de recursos de la pandemia.
Los manifestantes realizaron este miércoles la quema simbólica de un muñeco de trapo representativo de la figura de Judas Iscariote, en alusión a ese presunto acto de corrupción, en un contexto en el cual las manifestaciones pacíficas contra el ejecutivo confluyeron en esa ceremonia, conocida aquí como «Judas Kái», y la acompañaron con demandas de destitución del presidente y del vicepresidente.
El Gobierno confirmó la compra de dos millones de dosis de la vacuna anglo-sueca AstraZeneca contra la Covid-19, en medio de esas reacciones contra la gestión oficial y negocian para traer en unos 15 días los fármacos, según el ministro de Salud, Julio Borba, tras incumplir esa cartera anuncios anteriores sobre adquisiciones mediante otras farmacéuticas.
El ejecutivo obtuvo antes, luego de otras gestiones, unas 24.000 dosis de la vacuna de Gamaleya, Sputnik V, la mayoría de ellas mediante el gobierno de Chile, pero sectores populares estimaron que esa cantidad es insuficiente.
Este miércoles también trascendió fue la solicitud de dimisión del presidente del Instituto de Previsión Social, Andrés Gubetich, también presionado por acusaciones de corrupción, luego que una auditoría emplazó por robo de medicamentos, en medio de una crisis por falta de insumos para pacientes de Covid-19.
Una de las denuncias contra Gubetich se fundamenta en su vínculo con la adquisición ilícita de un software destinado a modernizar su institución, mediante una cifra millonaria.
*Fuente: TeleSur