La Anmat, el organismo que regula el uso de las vacunas en Argentina, avaló que la Sputnik V sea utilizada en personas mayores de 60 años, lo que le permitirá al Gobierno poder avanzar con el plan de vacunación en los grupos de riesgo.
Como adelantó LPO, en la Anmat estaban finalizando el análisis de los informes adicionales que envió el Instituto Gamaleya sobre la Sputnik V y la recomendación de su uso era inminente.
Se espera que en los próximos días, presumiblemente cuando llegue un nuevo cargamento de vacunas, el presidente Alberto Fernández y el ministro Ginés González García sean inmunizados. En la provincia de Buenos Aires ya comenzó la vacunación a los mayores de 60 años con el ministro de Salud, Daniel Gollan, que se aplicó la primera dosis.
«Hemos reservado las dosis para el personal de salud que no había podido vacunarse y ahora, con la llegada de un lote mayor de vacunas, podremos avanzar con los adultos mayores, aquellos que tengan enfermedades preexistentes, los miembros de las fuerzas de seguridad y la comunidad educativa», dijo el gobernador Axel Kicillof.
Ginés confirmó que «en horas» se autoriza la Sputnik para los mayores de 60 años
Tras la polémica que se generó el mes pasado, el organismo determinó que se «reportó un rango de eficacia del 91,8 % de la vacuna para mayores de 60 años». Rusia ya la había autorizado a fines de diciembre para los grupos de riesgo.
«La inmunización de los voluntarios condujo a la formación de anticuerpos en el 98,1% el día 28 después de la vacunación y la variable de seguridad mostró un perfil que no difiere del observado en el resto de la población», dice el informe.
Además, la Anmat comunicó que «se estableció, por medio del informe de ampliación, que la misma se encuentra en un margen aceptable la seguridad, inmunogenicidad y eficacia para el grupo etario de mayores de 60 años».
Del informe también se desprende que casi 20 mil personas recibieron las dos dosis para los ensayos clínicos de la Sputnik, entre las cuales hubo 47 que tuvieron eventos adversos serios entre los que habían recibido el medicamento y otras 23 en el grupo placebo. «Ninguno tuvo relación causal con la vacuna/placebo», dicen. El grupo de pacientes mayores de 60 años mostró un perfil de seguridad que no difirió del perfil de seguridad observado en el resto de la población incluida», agrega.
En el grupo de mayores de 60 años que formó parte del estudio, «un 97% presentaba algún tipo de comorbilidad al momento de la selección, principalmente hipertensión arterial, diabetes y/o dislipidemias. De los 109 sujetos expuestos a los dos componentes de la vacuna se observó un solo evento adverso serio no relacionado».
Fuente: La Política Online