En una ceremonia atípicamente modesta y con apenas un puñado de invitados debido a la pandemia y los riesgos de seguridad tras el ataque al Capitolio, Joe Biden tomó juramento como el 46 presidente de los Estados Unidos, remarcando en su discurso su perfil conciliador tras los cuatro pugilísticos años de Trump y la necesidad de trabajar sin importar las diferencias políticas para vencer la crisis del coronavirus.
«Hemos visto que la democracia es frágil y preciosa, pero la democracia ha prevalecido, la democracia ha ganado», dijo Biden en la explanada del Capitolio, luego que el titular de Suprema Corte, le tomara el juramento como el nuevo presidente de los Estados Unidos. Y agregó: «Estamos celebrando el triunfo no de un candidato, sino de una causa, la causa de la democracia».
Las palabras de Biden eran pronunciadas donde dos semanas atrás simpatizantes de Trump, quien rompiendo con la tradición no fue a la ceremonia, asaltaron el Congreso buscando detener la certificación de su triunfo electoral. Este episodio sobrevoló el discurso del demócrata, quien con 78 años se convertirá en la persona más grande en llegar a la Casa Blanca. Se refirió a la necesidad de combatir el extremismo y el supremacismo blanco, así como también a la desinformación y las mentiras, en una clara referencia a su antecesor.
Sin embargo, Biden optó por un tono esperanzador en la mayoría de su alocución, recalcando la «grandeza» de EU y la importancia de empezar a verse uno al otro no como adversarios sino como «vecinos». «Tenemos que terminar esta guerra civil que enfrenta a demócratas y republicanos, a urbanos contra gente de campo, a progresistas y conservadores», dijo, asegurando que «el camino es la unidad» y no la división.
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«Seré presidente de todos los americanos y pelearé por los que me apoyaron y por los que no lo hicieron», prometió Biden, quien llega a la Casa Blanca en medio de un clima político enrarecido por la negativa de Trump de aceptar la derrota electoral y su inminente impeachment en el Senado, pero principalmente un escenario sanitario y económico fuertemente golpeado debido a la crisis del coronavirus
Biden dijo que el país solo podrá salir de la pandemia si la enfrenta como una sola nación. «Necesitamos toda nuestra fuerza para salir adelante», dijo. Y añadió: «Estamos entrando en lo que puede ser el período más difícil y mortal del virus (…) Pasaremos esto juntos».
Antes de su alocución, Kamala Harris había tomado juramento como vicepresidente, convirtiéndose de esta manera en la primera mujer y persona afrodescendiente en ocupar ese puesto en la historia del país.
Además, la ceremonia incluyó las presentaciones de Lady Gaga (cantando el himno), Garth Brooks (entonando Amazing Grace) y Jennifer López (haciendo el clásico de Woody Guthrie, This land is your land), además de la lectura de una poesía por parte de la joven poeta Amanda Gorman.
También ofrecieron breves discursos los senadores Amy Klobuchar y Roy Blunt, miembros del comité organizador de la ceremonia, y un cura católico y un pastor metodista, ambos amigos personales de Biden, quien es profundamente católico, realizaron plegarias.
El propio Biden pidió un momento de silencio para las víctimas del coronavirus, que en EU ya se cobró 400 mil víctimas.