El boom de la demanda de cemento en Misiones sorprende a propios y extraños. En los últimos siete meses la tierra colorada registra incrementos en las ventas de bolsas de cemento y revierte en plena pandemia los pésimos indicadores registrados en 2019. Misiones tocó un techo de 29.221 toneladas en noviembre.
El consumo de cemento creció 43,1% interanual y 9 por ciento en relación con octubre. ¿Cuál es la explicación? Las fronteras cerradas evitaron la fuga de miles de millones de pesos -se estima que unos diez mil millones al mes- y ese dinero mayoritariamente se reinvirtió. El ladrillo es siempre un reaseguro contra la inflación y las constructoras y desarrolladoras inmobiliarias también cierran un año con un alza impensada hasta hace pocos meses.
Pero hay otro dato que explica el salto en las ventas de cemento. El tren de cargas que volvió a desandar los rieles a mediados de julio, lleva desde Misiones madera, pasta celulósica y otras cargas menores y vuelve con toneladas de cemento. Según los datos oficiales, el Urquiza transportó 40 mil toneladas por segundo mes consecutivo, con un crecimiento de 135 por ciento interanual.
Tanta es la demanda que la empresa Loma Negra, líder en la Argentina en fabricación de cemento, tiene previsto ampliar las cargas con destino a Misiones y abrir una nueva base de logística en Garupá, destino final del tren de cargas hasta que se haga la conexión con Encarnación. Ya hubo contacto con autoridades y ejecutivos de la firma estuvieron evaluando oficinas en Garupá para el desembarco.
Según fuentes que siguen de cerca las negociaciones, Loma Negra envió equipos para ampliar las operaciones logísticas en Misiones, como centro distribuidor para toda la región. La base se ubicará en los galpones que tiene la firma en la estación de trenes de Garupá.
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