Asmara, la capital de Eritrea, fue atacada este domingo por tercera vez con cohetes disparados desde el Tigré, región disidente del norte de Etiopía, cuya ciudad principal, Mekele, fue controlada el sábado por el Ejército de Adis Abeba, anunciaron fuentes diplomáticas este domingo.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunció el sábado que el Gobierno «controlaba» Mekele, bastión del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPFL), en el poder, una etapa decisiva de la operación militar iniciada el 4 de noviembre. No obstante, la toma total de Mekele, que antes del conflicto tenía 500.000 habitantes, no pudo ser confirmada hasta ahora por fuentes independientes.
Según la embajada de Estados Unidos en Asmara, «hacia las 22,13 el 28 de noviembre hubo seis explosiones en Asmara». Dos diplomáticos presentes en Adis Abeba explicaron que hubo varios disparos de cohetes, al parecer en dirección del aeropuerto y de instalaciones militares de Asmara.
Como ocurrió en los ataques anteriores, no se pudo determinar claramente dónde cayeron los cohetes ni los daños que causaron.
Eritrea, situada justo al norte de Tigré, es uno de los países más herméticos del mundo y el Gobierno no realizó declaraciones sobre la situación.
El viernes por la noche también hubo disparos de cohetes hacia Asmara y hace dos semanas se produjo un ataque similar, reivindicado en este caso por el TPLF, que acusó al gobierno eritreo de ayudar al Ejército etíope.
Este domingo, la agencia de noticias AFP intentó contactar sin éxito a los dirigentes del TPFL. La región de Tigré está prácticamente aislada del mundo desde el inicio del conflicto.
Eritrea es enemigo del TPFL, que durante casi 30 años controló el aparato político y de seguridad de Etiopía.
Durante los años en que el TPLF estuvo en el poder en Adis Abeba, Etiopía y Eritrea se enfrentaron en una guerra mortífera entre 1998 y 2000. Los dos países siguieron enfrentados hasta 2018, cuando Abiy Ahmed fue nombrado primer ministro de Etiopía y firmó la paz con Eritrea, por lo cual fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2019.
Fuente: Telam