Fue en el Senado, donde lo aprobará la semana que viene. Acepta que sea necesario dos terciospara removerlo. El candidato oficial, Daniel Rafecas, avisó que retira su pliego si avanza la ley.
LPO20/11/2020
La Comisión de Justicia del Senado dictaminó este viernes una reforma del Ministerio Público propuesta por los alfiles de Cristina Kirchner, que le quita el rol de vitalicio al procurador con un mandato de 5 años, con posibilidad de una reelección, y no obliga a que sea nombrado con dos tercios de la Cámara alta, sino con una mayoría absoluta.
Así se denomina a la mitad más uno de los miembros de ese recinto, 37 votos, sin importar cuantos estuvieran presentes al momento de votar. El Frente de Todos tiene 2 miembros más y suele llegar a 41 con aliados fijos. Para alcanzar los dos tercios se requiere 48 votos, imposible sin la oposición de turno.
Poco les importó a los senadores oficialistas que el candidato a jefe de fiscales de Alberto Fernández, el juez federal Daniel Rafecas, advirtiera que se bajaría de la carrera si se reducían las mayorías necesarias para elegirlo como finalmente propone este proyecto, que aún debe ser aprobado en ambas Cámaras del Congreso para que sea ley.
La semana siguiente pasará sin problemas por el Senado y para que Diputados complete el trámite en el verano será necesario un gesto del presidente: como llegará diciembre, deberá incluirlo en el temario de sesiones extraordinarias sin importar que arriesgue a su candidato a jefe de fiscales, quien de todos modos no logró este año respaldo explícito de la oposición que garantizara su desingación.
Además, en la Cámara baja el Frente de Todos no tiene mayoría propia y por lo tanto será necesario el respaldo de algunos de los bloques chicos para que la iniciativa prospere. Un boicot del presidente, de ocurrir, no ayudará demasiado.
Lejos de los deseos de la Rosada, el dictamen fue elaborado por el presidente de la Comisión de Justicia Oscar Parrilli y sus pares María de los Ángeles Sacnun, Anabel Fernández Sagasti y Martín Doñate, todos de la línea dura del kirchnerismo, leales a a la vicepresidenta.
«La perpetuidad es un resabio monárquico. Tenemos un sistema judicial pensado en la edad media, cuando ahora existe la criminalidad económica, el crimen organizado y el narcotráfico», señaló Sacnun, encargada de leer el proyecto oficial.
Tomó una propuesta del presentado en febrero por el radical Martín Lousteau para que ningún jefe de fiscales sea designado en años de elecciones presenciales. Otros proyectos que estuvieron en el debate las últimas semanas fueron los de la neuquina Lucila Crexell, todos con la propuesta de acortar el mandato del procurador a 5 o 6 años. Y algunos que perdieron estado parlamentario como el del ex senador Federico Pinedo, del PRO, que sí sugería elegir al procurador con mayoría simple.
Cambiemos no anticipó cuál tomaría y sí que presentaría un dictamen de minoría, con la ratificación de los dos tercios como condición excluyente para elegir al jefe de fiscales. «De los 16 expositores que tuvimos en este debate sólo 2 pidieron bajar esa exigencia», se molestó la jujeña Silvia Giacoppo, de la UCR.
La iniciativa oficialista que será aprobada tomó conceptos del informe del comité de 11 expertos jurídicos presentado el miércoles, que recomendó elegir al procurador con una mayoría simple, mediante una reñida votación entre ellos que terminó 6 a 5.
Los cargos vitalicios no son parte de una república. Es incoherente o incongruente pedir que haya un procurador que dure 5 años y que se nombre por dos tercios. Nunca más tendríamos procurador.
Por unanimidad pidió continuar con los dos tercios para removerlo y los senadores del Frente de Todos lo tomaron en cuenta y mantuvieron esa exigencia en su reforma, pese a que la semana pasada uno de sus aliados, el rionegrino Alberto Weretilneck, presentó un proyecto que recomendaba poder desplazarlo con la mitad más uno de los senadores.
De todas maneras no será removido con un juicio político, como propusieron los expertos, sino mediante un pedido del Poder Ejecutivo y hasta por solicitud de los diputados, que en este caso podrían avanzar con una mayoría absoluta, aunque luego será necesario los dos tercios del Senado para la destitución.
«Es esquizofrénico que un procurador se pueda elegir por mayoría simple y desplazado por dos tercios», consideró Lousteau. Para el cambiemista Ernesto Martínez el proyecto transforma al procurador en un empleado del poder ejecutivo, «porque en cualquier momento puede ser puesto en crisis por el presidente o por una mayoría simple de Diputados» que cuestione su conducta.
«Será un fiel servidor, pero nunca un Procurador cabalmente habilitado a actuar. Ninguna persona digna puede aceptar un cargo en este cuadro legal. Obsecuentes y exhibicionistas hay a montones», se lamentó.
Le respondió Fernández Sagasti: «Los cargos vitalicios no son parte de una república. Es incoherente o incongruente pedir que haya un procurador que dure 5 años y que se nombre por dos tercios. Nunca más tendríamos procurador».
Aprovechó para pegarle al procurador interino Eduardo Casal, a quien el kirchnerismo cuestiona por haber heredado el cargo tras la renuncia de Alejandra Gils Carbó. «No apareció para aplicar el Código Procesal Penal porque si lo hace debe nombrar a los procuradores de distrito, que son los que deberían reemplazarlo», lo acusó la mendocina.
Como anticipó LPO, de prosperar el proyecto oficialista el procurador tendrá escasa o nula injerencia en los procesos de enjuiciamiento de los fiscales y le permitiría al Gobierno incidir en sus desplazamientos, un traje a medida para remover figuras hostiles a la vicepresidenta como Carlos Stornelli o el propio Casal, que es un empleado de carrera.
El tribunal de enjuiciamiento quedaría compuesto tal cual figuraba en el proyecto de Weretilneck: con 5 vocales, 1 del Gobierno de turno, 3 de la bicameral permanente de monitoreo del Ministerio Público (2 por la mayoría y 1 por la minoría), 1 vocal del consejo interuniversitario, un abogado de matrícula federal y 1 fiscal elegido por sorteo.
El kirchnerismo quiere agilizar los juicios a los fiscales para desplazar a Stornelli
El procurador también perdería peso en el Consejo evaluador, un organismo creado para estudiar denuncias contra los fiscales antes de llegar al banquillo y que suele servir para pisarlas. Lo integrarán fiscales por sorteo y tendrán la obligación de notificar al Tribunal.
El nombramiento de fiscales también saldrá del ostracismo: será mediante concursos de oposición y antecedentes con una instancia pública y otra oral, supervisada con un tribunal conformado por un fiscal elegido mediante sorteo publico, dos juristas invitados especializados y un integrante de la bicameral de seguimiento, que domina el oficialismo por su supremacía en el Senado y en sus últimas reuniones se abocó a investigar la gestión de Casal.
Con esta ley tendrá mucho poder. El procurador deberá entregarle su plan criminal anual para que los legisladores evalúen cómo se implementa e intervendrá en los traslados de los fiscales, que deberán tener conformidad cuando incluya mudanza entre las provincias. «Tenemos que poner énfasis en el control del parlamento», exigió Sacnun.
El proyecto impide que los fiscales acudan a organismos de inteligencia para realizar sus investigaciones, que pasará a ser considerado una falta grave. Crea nuevas procuradurías como la de seguridad social, violencia de género y una especializada en la última dictadura militar.
Y promueve políticas de perspectivas de género para que los fiscales generales no sean todos hombres, como ocurre ahora. Los directores generales serán los responsables por autarquía financiera, otro de los pedidos de Rafecas para no abandonar su candidatura. Tal vez lo compense.
Fuente: La Política Online