(Diario Armenia).- La comunidad armenia de Argentina marchó el 10 de octubre a las Embajadas de Turquía y Azerbaiyán, horas después de que se conoció la noticia de la tregua humanitaria alcanzada por Armenia y Azerbaiyán en el conflicto de Nagorno Karabaj (Artsaj).
La manifestación convocada por IARA – Instituciones Armenias de la República Argentina tuvo la participación de todas las organizaciones de la comunidad y reunió a una gran cantidad de medios de comunicación.
En la Embajada de Azerbaiyán, la juventud de la comunidad leyó un comunicado en conjunto en castellano y en armenio: «Hace 14 días nuestros hermanos y hermanas, de todas las edades, como un solo pecho, resisten los cruentos embates enemigos, y como un solo puño, golpean al invasor que pretende apoderarse de lo nuestro». «Mientras el dictador Ilham Aliyev ordena bombardear Stepanakert, Shushí y otras ciudades, sin importarle las muertes de civiles, el presidente de Artsaj, Arayik Harutyunyan, le dice al mundo que ‘la guerra no es contra el pueblo de Azerbaiyán’, dejando en claro las diferencias humanistas existentes entre uno y otro», agregaron. «Conocemos muy bien la esencia del enemigo, de aquel que no dudó en contratar mercenarios para luchar una guerra que no les pertenece, que quiere incitar al odio religioso, al enfrentamiento entre musulmanes y cristianos. No es una casualidad que hayan tomado como blanco a la iglesia milenaria de Ghazanchetsots en Shushí».
Frente a la Embajada turca, la juventud comunitaria denunció que «Turquía es el mismo Estado que perpetró el genocidio contra los armenios, asirios y griegos pónticos hace 105 años». «¿Dónde está y qué hace la comunidad internacional en su conjunto para frenar a este nuevo sanguinario sultán autoproclamado? ¿Cómo entender que, salvo honrosas excepciones, sus aliados militares en la OTAN aún no le exigieron cesar su participación en la agresión contra los armenios? ¿Cómo explicar la indiferencia de prácticamente todos, salvo los países de la región, al envío de mercenarios y terroristas, cuando el mundo entero habla de cerrar filas en la lucha contra el terrorismo internacional?», se preguntaron. «Los armenios de Artsaj no son ni los agresores ni son ‘separatistas’, como de manera tergiversada pretenden presentarlos algunos medios de comunicación y operadores. El pueblo de Artsaj se está defendiendo de la agresión a gran escala que sufre de parte de un país -Azerbaiyán- que quiere ocupar sus tierras ancestrales en la que habita desde hace miles de años, y que cuenta con la ayuda del segundo ejército más poderoso de la OTAN, el ejército turco. Los armenios de Artsaj sólo quieren que se respete su legítimo derecho a la autodeterminación y a vivir en paz», cerraron.