Esta mediodía, la ministra de las Mujeres Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD), Elizabeth Gómez Alcorta, en su carácter de vicepresidenta de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe participó de la reunión del trigésimo octavo período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). El encuentro bienal es el más importante de la comisión regional de la ONU y por primera vez en su historia, se realizó de manera virtual.
Durante su intervención Gómez Alcorta compartió los consensos logrados por la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe en pos de la recuperación de los países en el escenario post pandemia y en relación a la agenda de igualdad de género y derechos de las mujeres.
Subrayó que la propia CEPAL recomendó conformar sistemas de cuidados integrales, públicos y desfeminizados. Es ese contexto sostuvo que “una de las mayores carencias que puso en evidencia el COVID-19 es la gran debilidad de los sistemas de cuidados en la región, por lo que la implementación de medidas decididas y audaces para construir este pilar de la protección social aparece como una de las mayores prioridades”.
Respecto al contexto post COVID-19, definió que “se trata de la peor crisis económica y social de los últimos 100 años, que dejó en evidencia las graves brechas económicas y sobre todo brechas de desigualdad estructurales de los modelos de desarrollo vigentes en la región”. Y enfatizó que el rol de los Estados es clave en la implementación de políticas públicas encaminadas a revertir esos patrones de desigualdad estructurales, sobre todo ante las consecuencias de la pandemia mundial. También invitó a implementar “políticas transformadoras que habiliten el desarrollo de nuestros pueblos y aseguren la igualdad y el ejercicio efectivo de derechos por parte de todas las personas, en especial de las mujeres y las diversidades”.
Por último llamó a reforzar las articulaciones entre los distintos ámbitos de la CEPAL y los órganos de integración y cooperación intergubernamental. “Los temas de género y derechos humanos deben proyectarse en todas las discusiones y políticas que se impulsen en la región. El desafío es elaborar respuestas complejas a crisis complejas”, expresó.
Durante tres jornadas, el encuentro reunió a los representantes de los 46 países miembros más los 14 miembros asociados que analizaron los temas de mayor relevancia para el desarrollo sostenible de la región e informaron acerca del avance de las actividades de cada uno de los órganos subsidiarios.