En el marco de las actividades formativas articuladas entre INADI y la Comisión de Género de la UNPA este jueves 22 de octubre a las 18 hs. tendrá lugar la capacitación titulada “¿De qué hablamos cuándo hablamos de racismo?” a cargo del politólogo Federico Pita, especialista en la temática, Fundador de la Diáspora Africana de la Argentina (DIAFAR) y asesor del INADI.
La actividad virtual es gratuita, está destinada a público general y se propone abordar los siguientes ejes temáticos:
- Racismo: un fenómeno de arriba hacia abajo
- Por qué hablar de raza hoy
- Racismo criollo
- Raza y género
Lxs interesadxs deberán inscribirse a través del formulario https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfZCMHjRvf6kMLbbxrsNc5Gjm4U5ott7-bImRtCn-p5CIYOTA/viewform?fbclid=IwAR2eva6Wzh-lVBItQflblB8aXGsAGnKHwUNlefhE5TAgFjF7gimLLafolIA
Fundamentos de la capacitación:
El racismo es una construcción ideológica heredada, en el territorio argentino, de la identificación, clasificación y estratificación raciales instituidas por la colonización española como ejes de organización social, y aún no subsanadas por la República. Se expresa en tres niveles (estructural, institucional e individual), y desde el Estado tenemos el desafío de desarticularlo.
El racismo estructural, la interacción de políticas y prácticas institucionales que distribuyen ventajas y desventajas a los diferentes grupos sociales (que se acumulan de generación en generación), representa serios límites a la democracia, al goce pleno de los derechos civiles, políticos y humanos.
Las desventajas acumuladas históricamente, se traducen en desigualdades económico-sociales y políticas (falta de representación política, brecha de riqueza, acceso a la tierra, vivienda, encarcelamiento, mortalidad infantil, violencia institucional, etc.), las cuales guardan estrecha relación con el origen étnico-racial de los grupos: las poblaciones originarias y afrodescendientes son los grupos más vulnerados.
El racismo y la discriminación racial suelen ser interpretados en nuestro país como problemáticas ajenas, propias de países como Brasil y EE.UU. En principio porque no se acepta que en Argentina existan poblaciones racializadas como los pueblos originarios y afrodescendientes. Es por eso que resulta urgente que el Estado argentino produzca estadísticas que den cuenta de la existencia y realidad de esas poblaciones. En segundo lugar, porque existe una marcada tendencia a reducir el racismo a su dimensión individual. Desde el Estado debemos proponernos desarticular el racismo a nivel institucional, desandando las políticas y prácticas institucionales que, por acción u omisión, vulneran derechos, reparten privilegios y castigos, ventajas y desventajas.
Libertad Noticias