Esta tarde Opi Santa Cruz había tuiteado que otros cinco abuelos traídos del Zumalácarregui habían fallecido en el HRG que estaban contagiados de Coronavirus
Esta es la nota completa de OPI
“Los cinco abuelos que trajeron del Zumalácarregui, murieron”. Así lo confirmó a OPI un trabajador del Hospital Regional de Río Gallegos (HRRG). En esa reducida oración, sintetizó la cruel realidad que atraviesa la capital de Santa Cruz y los más vulnerables, en este contexto de pandemia.
El 15 de agosto pasado murió el primer residente en el Hogar de Ancianos ‘Braulio Zumalacárregui”, espacio que depende del Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno Provincial. A raíz de ello y de constantes y desoídos pedidos de legisladores y de distintos representantes de la comunidad respecto del cuidado que las autoridades debían tener con los adultos mayores, OPI publicó una nota titulada “La cuestionable ayuda y cuidados de la Gobernadora en los hogares de abuelos en épocas de COVID”.
Esto sucedió el 18 de agosto. Hoy, casi un mes después, cinco residentes de ese espacio murieron, varios trabajadores están contagiados y los contratados y precarizados que llevan adelante el cuidado ‘de nuestros viejos’ en el lugar, siguen bajo la desprotección estatal.
En el Hogar, sólo una vez se realizó una desinfección y fue tras la confirmación de un caso positivo de una mujer que había ido a cubrir un lugar vacante durante un fin de semana largo en el sector ‘cocina’.
Tras ello, se hisopó a los adultos en dos oportunidades y sólo una al personal, pero, según supo esta Agencia, “hubo casos en los que no se respetaron los días de aislamientohasta conocer los resultados de los test. Llamaban a trabajar y había que ir”, indican con temor.
Algunos trabajadores luego de conocer su hisopado negativo recibieron un mensaje de Salud, que les recomendaba seguir aislados como una cuestión preventiva. Pero, desde el Ministerio de Desarrollo Social lo contradijeron y aseguraron al personal al ser esenciales debían inmediatamente presentarse a trabajar.
Es por ello, que entre el mismo personal del Hogar sospechan que con el correr de los días, ellos mismos podrían haber sido quienes contagiaron, sin saberlo, a los abuelos y a sus propios compañeros.
Algunos, optaron por acercarse de manera particular a los centros de Detección e Hisopado que dispuso el Ministerio de Salud y Ambiente en la ciudad capital. Otros, al día de la fecha no se han sometido a ningún tipo de examen, siendo contacto estrecho de casos confirmados.
En el Hogar, están enojados y angustiados, pero todos temen. “No queremos dar nota porque tenemos miedo que sea alguien del Gobierno que se haga pasar por periodista”. El acoso y el hostigamiento laboral de muchos años, ha hecho mella.
La cuestionable ayuda y cuidados de la gobernadora en los Hogares a los abuelos, en épocas de Covid
Actualmente, en el asilo, ubicado en la calle Urquiza 64 de Río Gallegos, hay aproximadamente 15 residentes. Algunos de ellos con el virus, otros esperan resultados de los hisopados y están aislados y otros que, hasta hoy, están sanos.
Con este cuadro de situación, el Hogar es considerado por sus propios trabajadores como zona roja, aunque oficialmente nada se ha dicho al respecto, más que confirmar el deceso del primer alojado en ese lugar, hace dos meses.
La preocupación de la primera responsable del lugar, que es la directora provincial de Adulto Mayor, Gabriela Cabezas, parece haberse activado en las últimas horas, “pero ya es tarde. Los abuelos ya están contagiados y los trabajadores, también”, admiten.
El 18 de agosto, con la publicación que realizó OPI al respecto, la nota finalizaba diciendo: “Ahora, con los hechos a la vista, se aguardan las respuestas y explicaciones de las autoridades provinciales que, hasta hoy y pese a la gravedad de lo sucedido, nada han comunicado”.
A un mes de la nota de esta Agencia, ningún pedido de informes presentado al respecto por legisladores de la oposición ha sido contestado. Ni siquiera el oficialismo acompañó la solicitud. Vale decir, siguen durmiendo el sueño eterno en los cajones de la Cámara de Diputados de Santa Cruz. Mientras tanto, uno de los grupos de riesgo más vulnerables, en los que se debería haber puesto el foco tal lo marcaban todas las recomendaciones a nivel mundial, sigue contando muertos. (Agencia OPI Santa Cruz)