LPO11/09/2020
La solicitada de los gobernadores peronistas en apoyo a la decisión de Alberto Fernández de quitarle un punto de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires tuvo como contracara la desilusión de los mandatarios porque no habrá reparto de una parte de esos recursos para las provincias, como pretendían.
Según supo LPO, la desilusión de los gobernadores con el presidente es porque pretendían que la quita no sea de uno si no de dos puntos de coparticipación a la Ciudad, y que uno de esos puntos sea redistribuido entre las provincias.
El argumento de los gobernadores en que en enero de 2016 el entonces presidente Mauricio Macri firmó un decreto aumentando de 1,4% a 3,75% la coparticipación de la CABA, una cifra que luego se redujo (otra vez por decreto) a 3,5%. Esos fondos extra eran, según el macrismo, para financiar el traspaso de la policía.
Quien estuvo detrás del plan de quitarle dos puntos a la Ciudad fue Jorge Capitanich. El gobernador de Chaco trabajó intensamente sobre esa idea y fue el que llevó adelante el lobby en el gobierno. Dos veces jefe de gabinete y presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, Capitanich conoce al detalle los números de la coparticipación.
Todos los gobernadores peronistas menos Schiaretti firmaron un documento de apoyo a Alberto
Es por eso es que más allá del apoyo político de la solicitada, varios gobernadores peronistas lamentaban haber quedado afuera de los beneficios de la jugada. Como todos admiten los graves desequilibrios de la provincia de Buenos Aires, por eso apuntaban a una quita mayor a la Ciudad.
De hecho en la solicitada del jueves los gobernadores recuerdan que en la pelea con el gobierno de Macri el reclamo era más fondos para las provincias, muy lejos de la resolución que tomó Alberto que concentró el «reparto» en la provincia de Buenos Aires. Ahora, esperan al menos que haya alguna compensación vía obra pública.
En el gobierno porteño sabían que circulaba esta idea de quitarle dos puntos y por eso por lo bajo muchos funcionarios admiten que la derrota no fue total, o que pudo ser peor. Incluso, algunos destacaban que tuvieron casi 9 meses «extras» de esos fondos, ya que el kirchnerismo desde el día 1 de gobierno pretendía cortarlos.