Otras 110 personas murieron y 6.663 fueron diagnosticadas con coronavirus en las últimas 24 horas en la Argentina, mientras especialistas del Ministerio de Salud dijeron a Télam que la distribución de las futuras vacunas debería realizarse con criterio de equidad, evitando discriminar y considerando en primer lugar a aquellos que más la necesitan.
Con las cifras oficiales informadas esta noche, el número total de fallecidos desde el inicio de la pandemia se elevó a 5.637, en tanto que los contagiados llegaron a 289.100 casos.
La cartera sanitaria indicó que son 1.716 los internados en unidades de terapia intensiva, con un porcentaje de ocupación de camas de adultos de 58,6% en el país y del 68,5% en la Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA).
Hoy se registraron en la provincia de Buenos Aires 4.438 casos; en la Ciudad de Buenos Aires, 915; Chaco, 40; Chubut, 4; en Córdoba, 161; en Corrientes, 2; Entre Ríos, 64; en Formosa, 1; en Jujuy, 157; en La Pampa, 1; La Rioja, 55; en Mendoza, 210; en Misiones, 3; Neuquén, 72; en Río Negro, 115; en Salta, 66; en Santa Cruz, 38; en Santa Fe, 179; en Santiago del Estero, 26; Tierra del Fuego, 88; y en Tucumán 28.
En este contexto, integrantes del Comité de Ética y Derechos Humanos (Cedhcovid19) que asesora al Ministerio de Salud aseguraron que cuando alguna de las vacunas contra el coronavirus salga al mercado, su distribución debería regirse equitativamente, evitando discriminar y considerando en primer lugar a aquellos que más la necesitan.
Dos miembros de ese Comité, María Luisa Pfeiffer y Florencia Luna, conversaron con Télam sobre consideraciones éticas que la pandemia puso sobre la mesa y la próxima llegada de la vacuna.
«Normalmente los ministerios no convocan eticistas, mucho menos bioeticistas para asesorarlos; la visión sobre la salud suele ser muy técnica, reducida a la cuestión médica y farmacológica, por ello es loable que este ministerio lo haya hecho y que en el comité haya una gran mayoría de bioeticistas de trayectoria e incluso de corrientes diferentes para la lectura de ciertos problemas», dijo Pfeiffer, investigadora del Conicet en el Programa de Bioética del Hospital de Clínicas.
Por su parte, Luna, investigadora principal del Conicet y directora del programa de bioética de Flacso, valoró que «con el desconocimiento que implica este virus que se da con tanta virulencia a nivel global, que plantea muchísimos dilemas éticos y muchísimos problemas, el ministerio juzgó conveniente tener un Comité que lo ayudara a pensar este tipo de problemas y ver cómo resolverlos; y esto es positivo».
«Lo mejor de la ética es que no cambia bajo ninguna circunstancia y si decimos respeto a la dignidad del otro y respeto al otro como igual, justicia es decir igualdad en la distribución de bienes como los de la salud, y también lo es para la distribución de la medicación para una enfermedad o el cuidado a un enfermo, y por supuesto un medio para evitar el contagio» dijo Pfeiffer.
En tanto, en declaraciones formuladas esta mañana a Radio La Red, el presidente Alberto Fernández insistió con que «es obvio que en la Argentina la cuarentena hace mucho tiempo dejó de pasar», luego de que se comenzara a abrir «la actividad económica» y que «la circulación de la gente» se mostrara «sostenida».
En el plano internacional, se confirmó que Rusia comenzó a producir su vacuna contra el coronavirus e India anunció que está desarrollando otras tres, mientras que la segunda ola de contagios golpeaba la industria turística de Europa en pleno verano, Corea del Sur reimponía restricciones por un fuerte repunte y América Latina acumulaba ya casi 6 de los cerca de 21 millones de casos a nivel mundial.
Con el mundo enfrentado a la mayor pandemia en décadas, y a una de evolución particularmente cambiante, la carrera por la obtención de la vacuna se ha acelerado, y Rusia se convirtió esta semana en el primer país en patentar la suya, que comerciará bajo el nombre de Sputnik V y que compite con otras en desarrollo en Estados Unidos, China, Italia y el Reino Unido.
Hoy, el Ministerio de Salud ruso dijo que el país ya produjo la primera partida de la vacuna, que para diciembre próximo o enero de 2021 fabricará mensualmente 5 millones de dosis y que en un año podrá cubrir toda las demandas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió con cautela la noticia de la vacuna de Rusia, señalando que, como el resto, deberán seguir los trámites de precalificación y revisión que marca el organismo de la ONU.
India, una potencia demográfica con una importante industria farmacológica, se sumó hoy a la competencia mundial por encontrar una cura para el coronavirus y anunció que está desarrollando hasta tres vacunas propias, justo el mismo día en que su Ministerio de Salud anunció que el país superó los 2,5 millones de casos de la enfermedad.
«Hoy en India, no una ni dos, sino tres vacunas están en diferentes fases del periodo de pruebas», dijo el primer ministro indio, el nacionalista Narendra Modi, durante un discurso en Nueva Delhi por el Día de la Independencia nacional.
«Tan pronto como los científicos den el visto bueno, el país está preparado para producir (la vacuna) en grandes cifras», agregó, citado por la cadena BBC.
Telam