La presión mediática sobre Emilio Maldonado al conocerse un nuevo caso de abuso sobre una menor terminó forzando la renuncia del ex concejal.
Luego de la repercusión mediática al conocerse la denuncia por abuso a una menor por parte del ahora ex concejal Emilio Maldonado, se sumó una nueva denuncia sobre el final de la semana pasada.
En un principio la primera movida del intendente Pablo Grasso había sido solicitarle la licencia a Maldonado, hecho que se conoció a través de sus redes sociales, en un intento de poner paños fríos a la situación. Pero al conocerse una nueva denuncia de abuso sobre el ex edil, la situación cambió drásticamente. Grasso convocó a una reunión con militantes y asesores donde se resolvió elevar al Concejo Deliberante de Río Gallegos la separación de Maldonado del Cuerpo.
Y es que la segunda denuncia de abuso data del año 2018, donde los padres dieron a conocer el hecho a las autoridades del colegio donde la niña asiste, pero que no activaron el protocolo correspondiente. Los padres de esta segunda niña abusada por Maldonado se sintieron intimidados y en soledad, por lo que no acudieron a la Justicia en ese momento. Luego de ver la repercusión del primer caso conocido, sintieron que podían denunciar lo ocurrido y sentirse acompañados en su pedido de Justicia.
Desde el Plenario de Trabajadoras trabamos contacto de manera inmediata con los familiares de las niñas abusadas e impulsamos una movilización al Concejo Deliberante, que se concretó este lunes al mediodía, en una sesión extraordinaria para el tratamiento del pedido de separación. Los familiares y agrupaciones de mujeres nos dimos cita a esta sesión, y aunque los militantes de Grasso trataron de bloquear el ingreso, los familiares denunciantes y las agrupaciones de mujeres logramos abrirnos paso.
Emilio Maldonado hizo llegar su renuncia a la banca una hora antes de iniciar la sesión, la cual fue tratada con celeridad y aprobada por el Cuerpo Deliberante.
En un cuarto intermedio, los familiares de las niñas abusadas dieron cuenta de la revictimización de que fueron objeto: la escuela que no habría activado los protocolos de rigor ante el segundo caso conocido; la Comisaría de la Mujer que redireccionaron la denuncia hacia la Comisaría Sexta (tristemente célebre por la tortura de un muchacho del barrio por su orientación sexual) obligando a declarar a la primera niña frente a un policía sin presencia de expertos como indican los protocolos del caso; el vergonzante apoyo en redes a Maldonado de funcionarios de la gestión municipal. También exigieron la rápida implementación de la Cámara Gessel de rigor para ambos casos.
Esta es una primera victoria de los familiares de las niñas abusadas por Emilio Maldonado, y debe dar impulso para llegar al juicio y conseguir se castigue al abusador.
Plenario de Trabajadoras – PO