Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia en el mundo, superó este jueves los cuatro millones de contagios por coronavirus, con masivos brotes en estados del sur y el oeste de su territorio, principalmente California, Texas y Florida, según el conteo de la Universidad Johns Hopkins.
La institución que monitorea las estadísticas globales de la pandemia, en su último balance precisó que el país norteamericano ya contabiliza 4.007.859 casos y 143.967 fallecidos a causa de la Covid-19, mientras el virus sigue incontrolable en varios estados la unión.
Con más de 420.000 casos, California registró un aumento reciente de casos del coronavirus, y pese a que reportó hoy 12.807 nuevos casos y superó al estado de Nueva York en número de contagios, este sigue como el más golpeado en cuanto a muertes en Estados Unidos con 32.594 decesos.
Nueva York alcanzó las 32.594 muertes del virus, y le siguen la vecina Nueva Jersey con 15.730, Massachusetts con 8.468 y California con 8.053.
Florida, por su parte, registró hoy 173 fallecimientos por coronavirus, un nuevo récord en el estado, mientras que los contagios diarios ascendieron a 10.249 después de tres días consecutivos en los que no se superó la barrera de los 10.000, según la agencia de noticias EFE.
Al mismo tiempo, en Los Angeles, funcionarios de salud del condado anunciaron que el virus está en camino de ser la segunda causa principal de muerte en el condado, con al menos 3.400 muertes en los primeros seis meses del año, y supera a las defunciones por Alzheimer y accidentes cerebrovasculares.
Además, Arkansas detectó hoy 1.013 nuevos casos de coronavirus, y alcanza un total de 36.259 casos positivos y 386 muertes desde que comenzó la pandemia, sostuvo el gobernador Asa Hutchinson, replicó la cadena de noticias CNN.
En Texas, en tanto, las cifras oficiales calcularon más de 9.500 casos en las últimas 24 horas, loque suma un total de más de 361.000.
El número nacional de muertos ya supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y los 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará al mes de octubre con unos 200.000 muertos y que para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre podría rozar los 220.000.
En este contexto, Trump sigue presionando públicamente a las autoridades locales para que las escuelas abran normalmente en septiembre, en el inicio del año lectivo.
Hoy propuso al Congreso aprobar una partida extra de 105.000 millones de dólares para ayudar a las escuelas que acepten abrir normalmente sus puertas, según anunció en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
«Si las escuelas no reabren, la financiación debería ir a los padres que envíen a sus hijos a los colegios públicos, privados, religiosos, itinerantes de su elección o hasta los que sean educados desde sus casas. La palabra clave aquí es elección», sentenció el mandatario, que rechaza que sean las instituciones las que definan el formato de las clases para el próximo semestre.
Telam