La construcción de una nueva institucionalidad; el avance hacia la transversalización de las políticas de género en los distintos organismos del gobierno nacional; la jerarquización de las políticas de igualdad y diversidad; la implementación de un abordaje integral de las situaciones de violencia de género; la construcción de un Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género de manera federal, participativa y multiagencial; la articulación interministerial para el abordaje de los femicidios, transfemicidios y travesticidios; la constitución de una Mesa Interministerial de Políticas del Cuidado; la capacitación a las máximas autoridades del Poder Ejecutivo y Legislativo de la Nación en género y violencias de género y el cambio de la lógica en la implementación de la Ley Micaela; el impulso a las políticas culturales para la igualdad de género, encontrando un punto de celebración colectiva el 8 de marzo con la realización de un programa de actividades junto al Ministerio de Cultura durante una semana histórica; la articulación de las políticas con los gobiernos provinciales y locales; el fortalecimiento de las redes locales y territoriales y el reconocimiento a las promotoras y los promotores comunitarios son algunos de los ejes que dan cuenta de la amplia agenda de trabajo que realizó en sus primeros seis meses el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación.
El MMGyD nació de la movilización, de las plazas, de la lucha de los movimientos de mujeres y colectivos de la diversidad y de la decisión política del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. De esta forma, el Estado recogió la demanda por más y mejores políticas públicas y las tradujo en una agenda de gobierno que visibiliza la dimensión estructural de las desigualdades de género, avanza en la lucha contra todas las formas de violencia machista e impulsa la transformación cultural necesaria para lograr un país más justo.
A partir del 10 de diciembre de 2019 se comenzaron a construir las herramientas institucionales y de gestión necesarias para jerarquizar las políticas públicas en materia de violencias y desigualdades por motivos de género y abordarlas de manera seria y eficaz. Era una de las tantas deudas pendientes y urgentes del Estado argentino.
Estos primeros meses fueron pocos pero históricos: se puso en marcha un ministerio nuevo, creando su estructura institucional, sus equipos de trabajo y dispositivos de gestión; se creó el Consejo Federal que constituye un espacio de intercambio indispensable con las máximas autoridades con competencia en materia de género y diversidad de todas las provincias del país junto a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; se creó el Consejo Asesor del Ministerio con la participación de activistas feministas, de la diversidad sexual y de las identidades de género de reconocida trayectoria en ámbitos sociales, académicos, sindicales y de la sociedad civil especializada en la materia; se creó en el ámbito del Ministerio el Observatorio de las Violencias y Desigualdades por motivos de género; y se generó también una intensa y profunda agenda internacional de trabajo en común con organismos y diversos países de la región y el mundo para promover y articular políticas que garanticen los derechos de las mujeres y personas LGBTI+.
Por primera vez en la Argentina se les dio jerarquía nacional a las políticas integrales de igualdad y diversidad a través de la creación de una Secretaría de Estado. En este ámbito se instituyó la Dirección Nacional de Políticas de Cuidado desde la que se convocó y se coordina una Mesa Interministerial de Políticas de Cuidados y la elaboración de un Mapa Federal del Cuidado en la Argentina con el fin de analizar e intervenir sobre la estructura actual de la organización social del cuidado. El objetivo es reconocer al cuidado como una necesidad, un trabajo y un derecho, y que sea mejor distribuido entre los géneros y entre el sector público y privado. Asimismo, de manera participativa y en articulación con otros ministerios, el sector empresarial y las organizaciones sindicales, se está trabajando en el diseño de políticas específicas para promover la igualdad de género en el mundo del trabajo. A su vez, se creó la Dirección de Promoción de la Igualdad en la Participación Política con el fin de promover la paridad de género en todos los ámbitos donde se desarrolla la participación de mujeres y personas LGBTI+. Desde la Subsecretaría de Diversidad se trabajó intensamente en la articulación transversal con los distintos ministerios del gobierno nacional para incorporar la perspectiva de diversidad al conjunto de políticas públicas nacionales y se avanzó fuertemente en la formulación de un Programa integral de acceso a derechos para personas travesti trans.
Por otra parte, y también por primera vez, se inició y completó un proceso participativo federal para la elaboración del Plan Nacional de acción Contra las Violencias por Motivos de Género, próximo a presentarse. Además, entre las medidas implementadas para prevenir y atender las situaciones de violencia por motivos de género, se creó especialmente en el MMGyD una Dirección de Abordaje Integral de femicidios, travesticidios, transfemicidios y delitos contra la integridad sexual integrado por un equipo de profesionales expertos en la materia, y se inició un programa de modernización y fortalecimiento integral de los equipos de atención de la Línea 144, entre otras iniciativas.
Sumado a cada una de estas acciones y debido al contexto particular que nos encontramos atravesando por la emergencia por la COVID-19 y el aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado el 20 de marzo, se tomaron medidas específicas que se llevaron adelante en articulación con otros organismos del Estado, tanto en materia de prevención y asistencia para casos de violencia por motivos de género como en materia de asistencia integral a la población LGBTI+.
Hay que destacar que todo esto se realizó en un contexto en el que recién el 2 de marzo, en un tiempo muy corto al compararlo con cualquier otro proceso de creación de un organismo, se aprobó la estructura que permitió al ministerio definir procesos administrativos necesarios para comenzar a funcionar como tal. Y sumado a ello, también en tiempos muy cortos para este tipo de gestiones, el MMGyD conquistó un nuevo espacio: la asignación de un edificio que será su sede, situado en Cochabamba 54, en el barrio de San Telmo, en donde iniciará una obra para su adecuación en los próximos meses.
Hoy estamos ante la oportunidad histórica de seguir promoviendo y reconociendo de manera sustantiva los derechos de las mujeres, lesbianas, travestis, trans y personas no binarias. Con mucho trabajo y desafíos por delante, estamos haciendo historia entre todas, todos y todes.